La tecnología, con frecuencia, nos sorprende. Cada vez que lanza algo nuevo, todos quedamos con la boca abierta. Sin embargo, antes del lanzamiento, hay un desarrollo previo. Pero este desarrollo previo se guía por una visión del futuro. En otras palabras, el futuro está siendo construido en estos momentos. ¿Qué se está construyendo?
Algunos dirán que se está construyendo un mundo mejor, más conectado, más inteligente y más sostenible. Otros dirán que se está construyendo un mundo peor, más controlado, más synthetic y más contaminado. Lo cierto es que hay muchas tendencias tecnológicas que están dando forma al futuro. Hablemos hoy de las tendencias en el campo de la inteligencia synthetic.
La inteligencia synthetic generativa fue la tendencia tecnológica explosiva de 2023, que captó la atención no solo de los expertos en tecnología y los futuristas, sino también del público en typical, con su capacidad de crear contenidos aparentemente humanos.
Con gigantes tecnológicos como OpenAI, Microsoft, Google y Meta invirtiendo sus recursos aparentemente ilimitados en la tecnología, podemos esperar una innovación igualmente revolucionaria en 2024.
Para el próximo año, sería sensato asumir que tendremos modelos más grandes y más potentes. Las aplicaciones de inteligencia artificial generativa son tan impresionantes como lo son porque se entrenan en enormes conjuntos de datos. GPT-4, el motor detrás de ChatGPT, se dice que se entrena en más de un billón de parámetros. Otros modelos de lenguaje grande (LLM) como PaLM2 de Google y Gopher de DeepMind se entrenan en cientos de miles de millones de parámetros.
Los rumores se calientan de que GPT-5 podría estar a la vuelta de la esquina, y debemos esperar otro gran paso en términos de tamaño. Aumentar el tamaño del conjunto de datos no es la única forma de hacer un LLM más inteligente, pero hasta ahora, se ha demostrado que es la forma más confiable de crear mejoras.
Otro campo donde podemos esperar ver la inteligencia artificial generativa adoptada rápidamente es en el diseño de productos y servicios físicos. Algunas plataformas de diseño están incorporando funcionalidades de inteligencia artificial generativa, permitiendo a los diseñadores de productos generar rápidamente cualquier número de prototipos como gemelos digitales y probarlos en paralelo para llegar a diseños de productos más robustos, efectivos o sostenibles.
Claro que la inteligencia synthetic generativa no solo es capaz de crear contenidos escritos o visuales, sino también de generar vídeos. El vídeo es el formato de medios preferido entre las generaciones más jóvenes, por lo que no sorprende que los creadores de herramientas de inteligencia synthetic hayan sido rápidos en desarrollar herramientas que aprovechen esta tendencia. La creación de contenido de vídeo ha sido tradicionalmente costosa, principalmente debido a la necesidad de contratar a un profesional humano capacitado para crear, capturar o editar imágenes. Con las herramientas de vídeo generativo, cualquiera podrá producir contenido de vídeo de aspecto profesional por una fracción del precio en 2024.
Al igual que con las herramientas de vídeo y diseño, 2024 será el año en que el audio y la voz generados por inteligencia synthetic se vuelvan tan omnipresentes como las palabras e imágenes generadas por inteligencia synthetic se han vuelto en 2023.
Ahora bien, la mayoría de las herramientas, algoritmos y LLM de inteligencia synthetic generativa se especializan en simular un “modo” de expresión: lenguaje, visuales o sonidos, por ejemplo. Sin embargo, la tendencia es hacia la inteligencia synthetic generativa “multimodal”. La próxima versión de ChatGPT de OpenAI, seguramente, será capaz de entender e interpretar imágenes, así como tomar comandos de voz y hablar con nosotros. Meta también ha demostrado un modelo que puede combinar imágenes, texto, audio, profundidad y datos inerciales. Esto es algo que se volverá más común durante el próximo año, y pronto debería ser normal poder hablar con una inteligencia synthetic sobre una imagen o un vídeo de la misma manera que podemos hablar con ella sobre texto hoy en día.
Lo más seguro es que, para el 2024, el 40% de las aplicaciones empresariales tendrán inteligencia synthetic conversacional integrada. Esto mejorará el compromiso y la experiencia del cliente.
Para el 2024, también, los estudiantes usarán herramientas como ChatGPT para ayudarles con sus tareas de manera más recurrente. Esto, seguramente, generará debates sobre si esto les hará perder o mejorar sus habilidades de pensamiento y escritura. Los profesores y lectores tendrán que decidir si permiten o no estas tecnologías.
Por último, pero no menos importante, seguiremos hablando de ética y regulación. El próximo año tendremos que enfrentarnos seriamente a las cuestiones éticas y regulatorias que plantea la inteligencia synthetic generativa. ¿Quién es el dueño de los contenidos generados por inteligencia artificial? ¿Qué responsabilidad tienen los creadores y usuarios de estas herramientas? ¿Cómo podemos protegernos de los usos maliciosos o abusivos de la inteligencia artificial generativa? ¿Qué derechos y deberes tienen los agentes autónomos de inteligencia artificial?
En fin, la inteligencia synthetic generativa es una tecnología fascinante y prometedora, que nos ofrece infinitas posibilidades de crear, comunicar y aprender. Pero también es una tecnología que plantea importantes desafíos y riesgos, que debemos abordar con precaución y sentido común. Cierto.
Ahora bien, hay varias cosas que podemos deducir de estas tendencias. En primer lugar, la inteligencia synthetic será más autónoma, más multimodal y más presente. En segundo lugar, la habilidad de usar esta tecnología será cada vez más importante y demandada. En especial, la habilidad de diseñar buenos prompts es basic. ¿Por qué? Porque los prompts son la forma de comunicarnos con los sistemas de inteligencia synthetic generativa. Los prompts son las instrucciones que les damos para que hagan lo que queremos. Y no es tan fácil como parece.
Los prompts requieren de creatividad, lógica y precisión. No se trata solo de escribir unas palabras al azar y esperar que la máquina nos entienda. Se trata de entender cómo funciona la máquina, qué datos tiene, qué limitaciones tiene y qué resultados puede dar. Se trata de programar la máquina con lenguaje normal, pero también con criterios claros y específicos. Se trata de ser un ingeniero de prompts.
Los ingenieros de prompts son los que “programan” los sistemas de inteligencia artificial generativa describiendo lo que quieren que hagan en los términos más adecuados para obtener los mejores resultados. Se ha dicho que es “el trabajo más caliente en tecnología” en 2023, y se espera que la demanda crezca en 2024. El trabajo también se ha llamado “susurrar a la inteligencia artificial” porque se trata de ser capaz de sacar lo mejor de sistemas que a veces pueden parecer complejos, incomprensibles e intimidantes.
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