Michael Cohen, ex abogado y reparador de Donald Trump, admitió haber usado sin saberlo inteligencia artificial para fabricar citaciones legales en un expediente judicial. Esta revelación surge en medio de los continuos enredos legales de Cohen y su papel como posible testigo contra Trump en varios procedimientos legales.
Cohen reveló en un expediente judicial reciente que, sin darse cuenta, presentó citaciones legales ficticias generadas por IA a su abogado, David Schwartz. Estas citaciones, generadas por Google Bard, un chatbot de IA, se incluyeron luego en una moción presentada ante un juez federal. Cohen, quien cumplió condena en prisión y se encuentra bajo libertad supervisada, estaba utilizando estas citaciones para respaldar una moción que buscaba la terminación anticipada de su supervisión. Creyó erróneamente que Google Bard period un «motor de búsqueda súper potente» y desconocía su capacidad para generar casos legales inexistentes.
Este error se vio agravado por la falta de verificación de las citas por parte de Schwartz. Schwartz asumió que los casos fueron investigados por otro abogado, en lugar de Cohen, y no contempló que los casos citados fueran ficticios. Reconoció su responsabilidad por la presentación y se disculpó por no comprobar personalmente los casos antes de presentarlos al tribunal. Esta supervisión plantea dudas sobre las prácticas de diligencia debida en la investigación jurídica y la dependencia de las herramientas de inteligencia artificial.
Si bien el uso de citas generadas por IA por parte de Cohen no fue intencional, podría afectar su credibilidad como testigo en casos legales en curso contra Trump. Cohen ha testificado contra Trump en un caso civil en Nueva York y es un testigo clave en un próximo caso penal. El incidente demuestra los riesgos asociados con las tecnologías legales emergentes y resalta la necesidad de que los profesionales legales se mantengan actualizados con estas tendencias.
El incidente que involucró a Cohen y Google Bard arroja luz sobre la creciente integración de la IA en la investigación jurídica. Si bien las herramientas de inteligencia artificial pueden mejorar la eficiencia de la investigación, también plantean riesgos, como generar información inexacta o ficticia. Esta situación subraya la importancia de comprender las capacidades y limitaciones de la IA en contextos legales. Los abogados y profesionales del derecho deben tener precaución y realizar verificaciones exhaustivas al utilizar contenido generado por IA.
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