Un juez federal condenó el jueves a Sam Bankman-Fried a 25 años de prisión por su papel principal en uno de los mayores escándalos financieros en la historia de Estados Unidos, culminando la sorprendente caída del ex magnate de las criptomonedas y ex megadonante de Washington.
El juez Lewis Kaplan del Distrito Sur de Nueva York dictó la sentencia casi cinco meses después de que un jurado declarara culpable a Bankman-Fried, de 32 años, de orquestar un fraude masivo centrado en su criptoimperio. Bankman-Fried enfrentaba una pena máxima de 110 años de prisión.
Hace apenas dos años, Bankman-Fried era el nombre más importante en criptografía y un prometedor en los círculos de financiamiento de campañas, recaudando millones de inversionistas de Silicon Valley y hablando de algún día ser propietario de Goldman Sachs. En Washington, presionó para influir en los debates sobre la criptoregulación y realizó generosas donaciones para campañas políticas en las elecciones de 2020 y 2022.
Ahora su pena de prisión es un recordatorio de lo que está en juego en la actual represión de los fiscales contra el mercado de las criptomonedas.