Aquí hay cosas en las que no gastaré dinero en 2024.
Decoración de marca con precios excesivos
Los precios altos y las marcas de lujo no siempre son sinónimo de calidad, por eso evito gastar de más en decoración de grandes marcas sólo por la etiqueta.
Para mí, el buen diseño consiste en encontrar joyas ocultas que combinen estilo y sustancia, independientemente de la marca. Mantengo la mente abierta a las piezas económicas y un ojo perspicaz para las caras.
Sillas de oficina no ergonómicas
Si trabajas de forma remota, tener una oficina en casa cómoda es increíblemente importante.
Y aunque también quiero un espacio bonito, ya no quiero gastar más dinero en sillas de oficina solo por su estética (sí, estoy hablando de ti, ¡la moderna silla de escritorio de terciopelo!).
Una buena silla de escritorio debe ser ergonómica y estar diseñada para permanecer sentado en ella durante períodos prolongados.
Plantas de alto mantenimiento
Este año, estoy evitando las plantas que requieren mucho mantenimiento y atención constante.
En lugar de eso, estoy adoptando una vegetación que requiere poco mantenimiento, para poder infundir vida a los espacios sin el estrés de las rigurosas rutinas de cuidado.
Las plantas de plástico pueden parecer baratas, por lo que he descubierto que las flores y las ramas secas son alternativas fiables. Son perfectas para quienes no podemos mantener las plantas en buen estado.
Alfombras baratas producidas en masa
En lugar de sucumbir al encanto de alfombras económicas y producidas en masa, invertiré en alfombras duraderas y de calidad que mejoren la estética de mi espacio y resistan el desgaste diario.
De esta manera puedo evitar tener que reemplazarlos con frecuencia.
Cojines excesivos
Adoro los almohadones, pero los excesos no son aceptables. Este año, no se permite tener más de tres almohadones en una cama.
Invertiré en calidad en lugar de cantidad, seleccionando almohadas que complementen un espacio sin abarrotar los sofás y las camas.
Muebles rápidos
A lo largo de 2024, la sustentabilidad será una prioridad para mí, orientando mis elecciones hacia muebles que duren y se alineen con un enfoque más ecológico.
Aunque un sofá de 300 dólares puede parecer atractivo debido a su asequibilidad, los muebles producidos en masa pueden degradarse rápidamente y contribuir aún más a la cultura del usar y tirar.
Al optar por pagar más por piezas hechas para durar, estoy priorizando la calidad y también reduciendo activamente el desperdicio.
Aparatos de cocina innecesariamente especializados
Lo siento, pero no agregaré más aparatos de un solo uso a mi arsenal de cocina.
Por más tentador que pueda ser el cortador de aguacates o el tostador de salchichas, confiaré en herramientas multifuncionales para mantener mi cocina ordenada.