TOKIO — La economía de Japón creció a una tasa anual del 3,1% en el período abril-junio, recuperándose de la contracción del trimestre anterior, mostraron datos del gobierno el jueves.
La cuarta economía más grande del mundo creció un 0,8% en el primer trimestre fiscal, según la Oficina del Gabinete.
El producto interno bruto (PIB) ajustado estacionalmente mide el valor de los productos y servicios de una nación. La tasa anual muestra cuánto habría crecido o contraído la economía si la tasa trimestral hubiera continuado durante un año.
La demanda interna creció un sólido 3,5% respecto del trimestre anterior gracias al saludable consumo de los hogares y a las inversiones del sector privado, así como a las inversiones del gobierno. Las exportaciones crecieron un auge del 5,9%.
El PIB de Japón se contrajo un 0,6% en el período enero-marzo respecto del trimestre anterior, tras haber registrado un crecimiento del 0,1% en octubre-diciembre del año pasado. El crecimiento económico osciló entre períodos de contracción y de expansión débil durante el año pasado.
“Los datos del PIB de hoy indican que el círculo virtuoso entre ingresos y gastos se ha vuelto más pronunciado, pero la incertidumbre en torno a las políticas macroeconómicas ha aumentado”, dijo Robert Carnell, jefe regional de investigación de Asia-Pacífico en ING Economics.
Carnell hizo referencia al anuncio hecho el miércoles por el primer ministro Fumio Kishida de que no buscará la reelección como líder del gobernante Partido Liberal Democrático. Quien lo reemplace como líder del partido en las elecciones de septiembre se convertirá en primer ministro, ya que el partido controla el parlamento.
«No hay ningún contendiente fuerte para asumir el papel de Kishida, lo que hace difícil estimar la dirección política del próximo gobierno», dijo Carnell.
Los demócratas liberales han gobernado Japón durante casi todo el período de posguerra y se les atribuye el mérito de haber guiado el ascenso del país como potencia económica, pero los votantes están cada vez más preocupados por la pérdida de influencia de Japón.
Japón no enfrenta las presiones inflacionarias que se observan en algunas partes de Estados Unidos y otros países desarrollados. Los aumentos de precios se han mantenido últimamente en alrededor del 3% en Japón, que sufrió años de deflación, o una caída continua de los precios que pone de relieve una economía frágil.
El Banco de Japón, que mantuvo los tipos de interés en cero o por debajo de cero durante años, finalmente ha comenzado a subirlos. Algunos analistas dicen que la medida es parte de los diversos factores que explican las recientes oscilaciones violentas en los mercados bursátiles mundiales. Las fluctuaciones se han calmado un poco en las últimas sesiones.
«Ahora creemos que el Banco de Japón adoptará un enfoque más cauteloso respecto de las alzas de las tasas de interés debido a la reciente turbulencia del mercado tras la última reunión, en la que se produjo una marcada reducción del carry trade», señaló un informe de BMI, una unidad de Fitch Solutions.
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