A pesar de todos estos éxitos, varios desafíos importantes han obstaculizado la adopción a gran escala de la cadena de bloques. De ellos, la escalabilidad es, sin duda, la preocupación más importante. Las principales redes de cadenas de bloques, incluidas Bitcoin y Ethereum, actualmente enfrentan recursos limitados para procesar cantidades sustanciales de transacciones de manera oportuna.
Por ejemplo, solo puede procesar alrededor de siete transacciones por segundo, en comparación con miles por segundo en redes de pago tradicionales como Visa. Ethereum es un poco más rápido, pero enfrenta problemas similares, con tarifas de transacción altas y procesamiento más lento. Esta falta de escalabilidad hace que la cadena de bloques tenga dificultades para competir con los sistemas financieros establecidos, especialmente en aquellos casos de uso exigentes, como los pagos globales.
Otro problema alarmante en juego es el efecto medioambiental de la cadena de bloques. La mayoría de las redes de cadenas de bloques se basan en un mecanismo de consenso llamado PoW, que requiere que los mineros resuelvan problemas matemáticos complejos necesariamente para la validación de transacciones.
Este proceso, que requiere un uso intensivo de energía, ha suscitado inquietudes sobre la sostenibilidad de la cadena de bloques, ya que gran parte de la atención mundial se centra en la reducción de las emisiones de carbono. Por ejemplo, se dice que la , que utiliza más electricidad en comparación con algunos países, ha suscitado críticas de los defensores del medio ambiente.
Además de los desafíos técnicos, la tecnología blockchain tiene algunas dificultades regulatorias que superar. Uno de los principales desafíos regulatorios de la tecnología blockchain ha sido su jurisdicción, ya que el marco legal aún está en desarrollo y muchos gobiernos del mundo luchan por establecer marcos regulatorios claros y completos. De hecho, esto dificulta la adopción de la tecnología blockchain por parte de las empresas, ya que será muy difícil comprender todas las regulaciones complejas y a veces contradictorias en las diferentes regiones.