En mis artículos recientes, he estado golpeando la mesa sobre el papel crucial del oro en una cartera bien diversificada. Hoy estoy aquí para decirles que la fiesta en el mercado del oro apenas comienza y es hora de prestar atención. Durante años, hemos operado bajo el supuesto de que los precios del oro se mueven inversamente a las tasas de interés reales. Tasas reales más altas normalmente significan precios más bajos del oro, ¿verdad? Bueno, 2023 y 2024 han tirado ese manual por la ventana. A pesar de que las tasas reales subieron desde territorio negativo a un 2% positivo, el oro ha subido un asombroso 42%, es decir, un rendimiento anualizado de casi el 20%. [1]
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Lo que es aún más notable es que este aumento de precios se ha producido ante una importante presión de venta por parte de los vehículos de inversión tradicionales. Según Bloomberg, en los últimos dos años y medio, los tenedores de ETF de oro han vendido casi 100 millones de onzas. Sin embargo, a pesar de esta salida masiva, el precio del oro ha seguido subiendo. Esta desconexión entre las tenencias de ETF y la acción del precio es una señal clara de que estamos presenciando un cambio fundamental en la dinámica del mercado del oro.
Bancos centrales: la nueva fiebre del oro
El principal impulsor de este cambio sísmico es la ola de compras sin precedentes por parte de los bancos centrales. El Consejo Mundial del Oro informa compras récord en 2022, y la tendencia continúa fuerte en 2023. Y los bancos centrales no muestran signos de desaceleración, con tenencias de más del 29% interanual en el tercer trimestre de 2024, una señal clara de que su apetito porque el oro sigue siendo insaciable. China, Turquía y la India están a la cabeza, y las naciones de Oriente Medio no se quedan atrás. [2]. ¿A qué se debe ese repentino apetito por el metal amarillo? Es sencillo:
- Diversificación: Alejándose de los activos denominados en dólares estadounidenses
- Cobertura de inflación: Protección contra la devaluación de la moneda
- Seguro geopolítico: Protección contra las incertidumbres globales
Tomemos a China, por ejemplo. El Banco Popular de China añadió más de 200 toneladas métricas de oro a sus reservas entre finales de 2022 y mediados de 2023; el oro representa ahora el 5% de las reservas totales de China. Turquía, que enfrenta la volatilidad de su moneda nacional, se convirtió en uno de los mayores compradores en 2023. [2]
. Estos no son movimientos pequeños, amigos. Son jugadas estratégicas en un panorama financiero global cambiante.
Geopolítica: el catalizador del cambio
Los conflictos actuales en Ucrania y Medio Oriente han reescrito las reglas del juego. Las naciones están reduciendo su dependencia del dólar estadounidense y, en cambio, recurren al oro como un activo neutral y aceptado globalmente. Este cambio es más que una simple tendencia: es un realineamiento fundamental del sistema financiero global. La invasión rusa de Ucrania y las posteriores sanciones occidentales han empujado a países como Rusia y China a alejarse del dólar. Mientras tanto, las naciones del Medio Oriente están aumentando sus reservas de oro como protección contra las inestabilidades regionales.
Mirando hacia el futuro: el siguiente paso
Si bien las compras de los bancos centrales han sido la fuerza impulsora detrás del desempeño reciente del oro, no es el final de la historia. Los verdaderos fuegos artificiales podrían comenzar cuando los inversores minoristas estadounidenses se unan a la fiesta. Recuerde, la inflación todavía está por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal. Si la situación sigue siendo rígida y la Reserva Federal continúa recortando las tasas, podríamos ver que las tasas reales comiencen a disminuir. Este escenario tiene el potencial de reavivar la relación tradicional del oro con las tasas de interés reales, impulsando potencialmente la siguiente etapa del mercado alcista.
En algún momento de 2025, la Reserva Federal podría enfrentarse a la decisión de aumentar drásticamente sus recortes de tipos de interés debido a la desaceleración del mercado laboral. Esto probablemente ocurrirá en un momento de inflación por encima del objetivo y gasto desbocado impulsado por la deuda federal. En tal escenario, el oro podría convertirse en un refugio seguro aún más atractivo, preparando potencialmente el escenario para un repunte significativo.
La conclusión
El mercado del oro está evolucionando ante nuestros ojos. Las correlaciones tradicionales se están rompiendo y nuevas dinámicas están tomando su lugar. Dado que los bancos centrales proporcionan un suelo sólido y las tensiones geopolíticas añaden más leña al fuego, las perspectivas para el oro siguen siendo alcistas. Como dije antes, en estos tiempos de incertidumbre, el papel del oro como diversificador de cartera y preservador de riqueza es más crítico que nunca. Creemos que la fiesta de los metales preciosos apenas está comenzando y no querrás perderte las ganancias potenciales que se avecinan. No nos sorprendería ver oro a 5.000 dólares en la próxima década.
Estén atentos, diversificados y atentos al mercado del oro. Lo mejor quizás esté por llegar.