Esta es una rutina muy común para la gran mayoría de las empresas de la américa latina: para atender a sus consumidores, venden productos y servicios a plazos. Es decir, dividen el pago total en cuotas más pequeñas durante un período determinado. Esto permite que un artículo de mayor valor sea adquirido por aquellos que no cuentan con los recursos necesarios en ese momento.
El caso es que, en estos casos, es la propia empresa la que corre el riesgo de complicaciones financieras y de no disponer de caja para su propia estructura. La anticipación de cuentas por cobrar fue una de las soluciones encontradas, pero hoy existe una nueva posibilidad, mucho más segura y rentable: la tokenización de cuentas por cobrar. Este concepto representa el futuro de las operaciones financieras en el continente.
Para el experto Cássio Krupinsk, CEO de BlockBR, antes de explorar los efectos de esta práctica, es importante recordar sus causas. En una propuesta económica, las cuentas por cobrar no son más que las famosas cuentas por cobrar en el balance, como los montos que todavía pagarán los consumidores en una compra a plazo.
“Ante la dificultad que tienen muchas empresas para equiparar el efectivo en caja con estos montos adeudados, surgió la anticipación de cuentas por cobrar. Una forma de préstamo que la empresa toma para cubrir este monto total a recibir. Además remunera con intereses a quienes prestaron ese dinero, lo que convierte a esta modalidad en un importante activo de inversión”, dijo.
Según Krupinsk, el punto es que, cuando se usa mal, este recurso puede poner en peligro la supervivencia del negocio. Después de todo, al anticipar la recepción de estas facturas, la empresa está renunciando a los montos en el futuro: el dinero pagado por el consumidor va directamente a la institución que prestó el dinero; iniciativa que puede desequilibrar la planificación financiera a medio y largo plazo.
“Además, no es un trámite tan sencillo, ya que implica la aprobación y envío de documentos (como facturas) a los bancos, casas de bolsa o fintechs que realizan el servicio. En resumen: por más digital que sea el proceso, especialmente con las nuevas empresas financieras, requiere cierta burocracia que, al final, puede no seguir el ritmo de la prisa de la empresa por tener este valor”, afirmó.
De acuerdo con el experto, es en este punto que los tokens emergen como grandes apuestas del mercado, ofreciendo agilidad, seguridad y rentabilidad en el proceso. La premisa es simple: en lugar de contar con el apoyo de una institución financiera que anticipa las cuentas por cobrar, la organización puede simplemente transformar el activo por cobrar en tokens que pueden negociarse en el mercado primario (en un entorno controlado por la propia empresa) e incluso secundaria (sobre intercambios digitales).
“Así, no es el banco o la fintech los que “prestan” el dinero que la empresa tiene que recibir de sus clientes, sino los propios usuarios los que pueden comprar “pequeñas partes” de esta deuda a cambio de la retribución de intereses o incluso pensando en la posible apreciación que este activo, ahora digital, pueda tener en el futuro. Esto garantiza no solo más rapidez, sino también ahorro, ya que las tasas de interés a pagar pueden ser más ventajosas que las que practican las entidades financieras tradicionales. Es una relación mutua: la empresa obtiene el dinero y la persona propietaria del token obtiene el retorno de la inversión”, apuntó.
Esta es la base del proceso conocido como tokenización, que busca transformar activos físicos, como bienes y servicios, en modalidades digitales que puedan ser negociados y valorizados en el entorno en línea. Esto es posible gracias a la tecnología blockchain, que garantiza la seguridad de las transacciones gracias a la blockchain, y los contratos inteligentes, documentos que rigen esa operación. En el caso de prepago de cuentas por cobrar, el token sirve al mismo tiempo como regulador de transacciones al llevar las reglas establecidas y la moneda de cambio para quienes están invirtiendo.
Es una tendencia mundial porque logra desbloquear y desburocratizar diferentes oportunidades que antes dependían de semanas (o meses) de negociación. Automotriz, inmobiliaria y minera son ejemplos de áreas que han identificado el concepto como una forma de estimular nuevos ingresos. No es de extrañar, se espera que el mercado global de tokenización mueva USD 10.75 mil millones en 2030, con un crecimiento anual promedio de 18.9% hasta entonces, según Polaris Market Research.
“Actualmente, los tokens ya se consolidan como alternativas interesantes para que diferentes sectores mejoren sus procesos y desarrollen nuevas soluciones para sus clientes y socios. Sin embargo, como se puede observar, aún existe un amplio margen de crecimiento, lo que permite aprovechar al máximo los recursos. La tokenización de cuentas por cobrar recién está comenzando su viaje en el entorno corporativo, pero ya abre todo un mundo de posibilidades para todos”, finalizó Krupinsk.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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