Incluso con una popularidad cada vez mayor, el universo de los NFT todavía se considera nuevo y está rodeado de matices que la comunidad aún no comprende completamente. Estos criptoactivos hacen posible que nuevos artistas exhiban arte y lo comercialicen de una manera fácil e intuitiva, pero en muchos casos el uso no autorizado de la imagen de un lugar privado, marca o figura pública puede dar lugar a acusaciones de plagio o incluso piratería.
Debido a que es un tema nuevo y carece de comprensión por parte de las autoridades, aún no existe una ley específica sobre piratería de artes digitales. Pero los casos que involucran NFT generalmente caen dentro de la ley de derechos de autor. La aplicación de la Ley a las obras de arte acuñadas en NFT funciona básicamente de la misma manera que otros tipos de obras de arte, considerando algunas especificaciones del Marco de Derechos Civiles para World wide web.
El hecho de que una obra de arte sea completamente digital sólo limita el soporte sobre el que se fija. Entre los NFT, el acto más común de este mal uso de la imagen es transformar un archivo de foto o online video de una figura pública que se encuentra en net y convertirlo en criptoactivo para su comercialización. Muchas de estas artes digitales se realizan sin el consentimiento del “homenajeado”, hecho que convierte en ilegal su venta.
Según el abogado Márcio Gonçalves, especialista en derechos de autor y representante de la empresa IDG, desarrolladora de NFT, este tipo de práctica se puede categorizar como piratería electronic: «No existe una definición lawful de lo que es la piratería, pero ese es el nombre que se consolidó en el mundo como la práctica de comercializar/distribuir productos y servicios sin autorización o licencia de los titulares de los derechos de autor de una determinada obra, o derechos sobre una determinada marca. Por ejemplo, cuando un NFT es una copia no autorizada de otro NFT primary (debidamente licenciado) estamos, sin duda, hablando de piratería. Lo mismo ocurre con un NFT que lleva una marca sin la licencia del titular de esta marca”.
Según Márcio, Brasil todavía enfrenta muchos problemas cuando se trata de combatir la piratería y proteger los derechos de autor y la propiedad intelectual de una obra: “Brasil, como la mayoría de los países del mundo, todavía está regulando y aprendiendo a lidiar con los casos de piratería acuñada en NFT (dada la falta de identificación formal de los creadores/negociadores de NFT). Con respecto a otros activos digitales, creemos que las autoridades ejecutivas y judiciales han estado librando una batalla cuesta arriba, con algunos éxitos. Por ejemplo, recientemente el tribunal ordenó a Google que eliminara una aplicación de su tienda de aplicaciones que transmitía miles de películas pirateadas. Sin embargo, todavía tenemos un largo camino por recorrer en términos de educación en propiedad intelectual”.
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