Filipinas se ha unido a la carrera que han emprendido más de 100 bancos centrales en todo el mundo por el lanzamiento de una moneda digital emitida por el Banco Central, y en esa justa iniciada, ya cuenta con un estudio completo sobre los beneficios y desventajas de la implementación de una CBDC en ese país.
En este sentido, el informe elaborado por el Grupo de Trabajo Técnico sobre Moneda Digital del Banco Central ha sido entregado con las sugerencias para el proyecto de la CBDC de Filipinas, en el que concluye con un punto neural y sencillo: definir la intención para la que se crearía la CBDC.
Los expertos hacen un análisis complejo y exhaustivo para determinar el uso que se les puede dar a las CBDC y, en ese sentido, le indican en el informe a las autoridades que pueden usarse dos tipos de CBDC, una para el mercado minorista, y otra para el mercado mayorista.
Indican que las características principales de las CBDC deben estar basadas en la interoperabilidad, y la base de su programación es la que va a permitir que tenga un efecto transfronterizo.
Consideran en el informe que, para el lanzamiento de la CBDC, hay ciertos asuntos a adecuar, el principal de ellos es el ordenamiento jurídico. En este sentido indica el informe que la emisión de CBDC de manera mayorista se consideraría como una representación de dinero fiduciario, y por lo tanto susceptible a la Ley Nacional sobre Sistemas de Pago, además de ser susceptible a las normas sobre el lavado de activos, pero faltaría verificar si es la intención de darle un marco legislativo como moneda de curso legal paralelo al dinero físico.
En este sentido advierten que debe establecerse una política monetaria clara para evitar dejar fuera a las personas con menos recursos. Si bien la digitalización de los servicios financieros resulta un tema de suma importancia, también resulta pertinente tomar en cuenta que no toda la población está integrada al sistema financiero tradicional, y es probable que tampoco se tenga una adopción de este sistema digital en su totalidad.
Al respecto, el informe señala que “Los problemas de inclusión financiera relacionados con el costo, la accesibilidad y la utilidad de abrir cuentas (normalmente citados como factores de exclusión) se pueden abordar sin necesidad de implementar CBDC minoristas. La inclusión financiera se puede promover sin una CBDC, por el contrario, se puede diseñar una CBDC sin la inclusión financiera como objetivo”.
Para los expertos queda claro que usar de argumento la inclusión al sector financiero no es suficiente. Por el contrario, indican que el punto álgido para avanzar en el proyecto debe radicar en la “programabilidad” ya que, a consideración del equipo, la CBDC no podrá cumplir con todos los roles que cumple actualmente el efectivo. Es decir: tanto la emisión, el uso como medio de pago y al mismo tiempo liquidación bruta en tiempo real, no pueden ser cubiertas por la CBDC.
Sin embargo, señalan que hay cuestiones que no se pueden determinar a través de sólo literatura. Las pruebas de concepto deberán arrojar tanto los beneficios como las desventajas para el desarrollo e implementación de la CBDC, por ello recomiendan que se efectúe una investigación adicional, sobre precisamente esta función multipropósito, y que la emisión de estas monedas sea realmente interoperable a nivel internacional.
Además, concluyen con la sugerencia de realizar una campaña masiva, pero principalmente dentro del Banco Central, sobre lo que significa y engloba una CBDC. Del mismo modo, alientan a que se le de un uso al menos mayorista, en el que las transacciones internacionales fluyan de mejor manera y con menores intermediarios.
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