Para los académicos, el debate sobre Bitcoin y sus similitudes con el oro puede resultar muy apasionante. De hecho, Paul Krugman, premio Nobel de Economía y columnista del New York Occasions, ha escrito al respecto recientemente. A los fanáticos, no les gusta mucho cuando alguien habla “mal” de Bitcoin. Sin embargo, soy de los que piensa que siempre es interesante escuchar a todos los bandos. Se aprende mucho. ¿Es Bitcoin una moneda? ¿Es Bitcoin como el oro? ¿Bitcoin está reemplazando el oro?
Como todo académico, en muchos sentidos, Paul Krugman tiene razón en mucho de lo que dice. Cierto que Bitcoin no se utiliza como un medio de intercambio equivalente al dólar. Cierto que Bitcoin no es exactamente como el oro. Y es cierto que aún está por verse si Bitcoin está reemplazando al oro (que no lo creo). Ahora bien, en lo private, no es de mi interés que Krugman tenga razón o no. Porque para mí tener la razón en un debate académico no es una prioridad. Mi prioridad es hacer dinero con mis inversiones. En lo que respecta a mi bosillo, la ganancia financiera es lo que busco. No la coherencia intelectual.
Muchos bitcoiners militantes han adoptado la narrativa conservadora y libertaria de los escarabajos del oro. Entonces, no es sorpresa que un progresista/keynesiano como Paul Krugman entre en conflicto con esa narrativa. Pero ese debate no es nuevo. De hecho, es más viejo que las ventosas. ¿Qué es una moneda? ¿El dinero debe ser escaso? ¿Cuál es la mejor política monetaria? ¿Cuál debe ser el rol del Estado en la economía? Aja, pero yo no soy un profesor universitario. ¡A mí que me importa! Mi interés por Bitcoin es financiero. La pregunta: ¿Puedo hacer dinero con él? Sí. El resto es teoría. Y mi interés es práctico.
La persona que compró BTC en $5K y vendió en $48K no le importa mucho si Bitcoin es una moneda o no. Por supuesto que, a nivel teórico, simpatizo con los argumentos de mis amigos economistas. Sin embargo, cuando recuerdo las ganancias obtenidas y todo lo que le debo a Bitcoin, se me pasa. En lo specific, prefiero tener dinero en el bolsillo que tener la «razón» en Twitter.
¿Qué es Bitcoin en realidad? Uncomplicated. Bitcoin es un código en una red de computadoras. Y ese código se utiliza como una ficha(token) que representa una tasa variable. Tasa: Valor monetario. Debido a que esa tasa fluctúa en el tiempo, la especulación es posible. O sea, se puede comprar hoy en un precio y se puede vender mañana a un mejor precio. En el proceso, se puede crecer financieramente gracias a Bitcoin. ¿Es una moneda? ¿Es como el oro? ¡No me importa!
Bitcoin es una iniciativa ciudadana que ha prosperado mucho gracias a las redes sociales. Comenzó como un juguete de los libertarios y anarco-capitalistas que, en gran medida, hicieron un copia y pega del viejo discurso de los escarabajos del oro. Ahora es patrón Bitcoin y antes period patrón oro. Pero la diferencia no es mucha. Son las mismas ideas promovidas por un sector de derecha con una larga historia.
Lo que Paul Krugman refuta en sus artículos es la narrativa. Él argumenta que Bitcoin no es una moneda. Porque los criptolibertarios dicen que sí es una moneda en el contexto de sus propuestas conservadoras. Sin embargo, para el inversor promedio, esas definiciones y esos debates son, en gran parte, irrelevantes. Lo importante, para un inversor, es comprar a un precio para vender en uno mejor. Moneda, código, coleccionable, o activo… Llámense como se llame. Lo relevante es su función en un sentido práctico. ¿Se puede ganar dinero con eso?
No es raro que lo nuevo desafié las definiciones. Pensemos en el zoólogo con la tarea de clasificar al ornitorrinco. No me sorprendería que las primeras descripciones del animal hayan sido recibidas como mucho escepticismo por parte de los académicos. De hecho, algunos de nosotros todavía recordamos un tiempo cuando describir un computador particular representaba un desafío. Es como una máquina de escribir, pero con un televisor. Sin embargo, no es una máquina de escribir. Y tampoco es un televisor. No es lo uno ni lo otro.
Bitcoin es un activo especulativo. Se trata de un mercado nuevo y emergente. Lo importante es que el activo tiene demanda. En otras palabras, puede que no me guste el fútbol. Y se puede tener todos los argumentos al respecto para justificar nuestra desaprobación por el famoso deporte a nivel teórico. Pero si tiene demanda, tiene demanda. Los académicos no crean mercados. La gente crea mercados.
Bitcoin y el oro, en efecto, tienen muchas similitudes. A pesar de que el oro es un steel (mercancía) y Bitcoin es un código, desde el punto de vista del inversor, ambos son activos esencialmente especulativos. Aquí “especulativo” debe entenderse como sinónimo de activo no productivo. En ese sentido, el oro, bitcoin y un picasso son similares. Sin embargo, el comportamiento de estos mercados es muy distinto. Por ende, su función en un portafolio diversificado y balanceo es distinta. En todo caso, Bitcoin y el oro podrían ser activos complementarios. O sea, un inversor podría tener Bitcoin y oro al mismo tiempo. Bitcoin aportaría crecimiento. Y el oro aportaría estabilidad (relativa).
Muchos países tienen oro en sus reservas. Y ese oro se utiliza con frecuencia como colateral para obtener financiamiento. Entonces, se podría decir que es del interés de los participantes mantener cierta estabilidad en el precio del oro. De hecho, muchos bancos centrales compran y venden oro como un mecanismo para el equilibrio monetario. En la práctica, se trata de mercados muy distintos, porque son mercados con configuraciones muy distintas.
¿Bitcoin está reemplazando el oro? No lo creo. ¿Un código puede reemplazar a un metal? ¿Acaso importa? No lo creo. Bitcoin está forjando su propio camino. Un ornitorrinco es un ornitorrinco. O, dicho de otro modo, lo nuevo no siempre entra dentro de las viejas categorías y esquemas. Lo nuevo no siempre es atractivo para los académicos. Pero la popularidad no depende de los académicos. La tecnológica es para ser usada. Y son los usuarios los que determinan su futuro.
Leyendo a Paul Krugman, reconozco que tiene razón en mucho de lo que dice. Pero no podemos negar que Bitcoin ha sido un instrumento de mucho beneficio para muchas personas. Es decir, su utilidad justifica su existencia. No es un asunto de teoría. Es un asunto de pragmatismo y demanda. ¿Bitcoin ha hecho más fácil la vida de muchos o no? ¿Ha mejorado la vida de muchos o no?
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