Clasificar las criptomonedas en los Estados Unidos como valores o materias primas sigue siendo una fuente de confusión para los participantes del mercado, ya que la distinción no siempre es clara.
La ambigüedad en la ley estadounidense deja perplejos a los participantes del criptomercado y buscan una orientación más clara. Según el regulador que se consulte y el momento de la consulta, un activo criptográfico podría considerarse un valor, una mercancía o algo completamente diferente.
El panorama regulatorio: SEC vs. CFTC
Dos organismos reguladores principales, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC), dominan los criptoactivos en los EE. UU. Sin embargo, sus límites jurisdiccionales son borrosos, lo que crea confusión para los participantes del mercado.
La SEC supervisa los valores y considera algunas criptomonedas como valores bajo la prueba de Howey. Este estándar lawful se estableció en un caso de la Corte Suprema de 1946.
De acuerdo con la prueba de Howey, un activo puede ser un valor si implica una inversión de dinero con la expectativa de obtener ganancias derivadas principalmente de los esfuerzos de otros.
Por otro lado, la CFTC clasifica las criptomonedas como Bitcoin y Ethereum como commodities. Afirma jurisdicción sobre ellos en virtud de la Ley de Intercambio de Productos Básicos. La distinción entre valores y materias primas es crucial, ya que cada clasificación tiene sus propios requisitos normativos y legales.
Por ejemplo, en la demanda presentada recientemente contra Binance y el CEO Changpeng Zhao, la CFTC declara explícitamente que Bitcoin, Ethereum y Litecoin se consideran productos básicos. Esta acción legal subraya la lucha en curso para clasificar las criptomonedas dentro del marco regulatorio.
Pide una regulación y un marco authorized más claros
Esta falta de claridad ha resultado en una serie de batallas legales. Ambos reguladores ocasionalmente reclaman jurisdicción sobre los mismos criptoactivos. Los participantes del mercado no están seguros del estatus lawful de sus inversiones. Mientras que las operaciones comerciales como el panorama regulatorio permanecen en constante cambio.
Crece el llamado a una regulación más clara y completa. Tanto los líderes de la industria como los legisladores abogan por un marco authorized mejor definido. Esto ayudaría a proteger a los inversores y promovería la innovación y el crecimiento en el floreciente sector de las criptomonedas.
El director jurídico de Coinbase, Paul Grewal, expresado su confusión con respecto a la clasificación de los criptoactivos. Afirmó que aparentemente pueden ser «tanto un valor como una mercancía, excepto cuando no lo es». Grewal destacó la ambigüedad al señalar que la distinción “depende de qué regulador consulte y cuándo”.
Muchos líderes de la industria comparten la frustración de Grewal y se preguntan si realmente es lo mejor que ofrece la ley estadounidense.
Los participantes del mercado deben navegar con cautela por el complejo laberinto regulatorio hasta que EE. UU. desarrolle un enfoque más consistente y coherente para la clasificación de las criptomonedas. La claridad de los legisladores y los organismos reguladores será clave para fomentar la confianza y la estabilidad en el mundo de los activos digitales.
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