El Fondo Monetario Internacional (FMI) está cambiando su tono sobre las criptomonedas. Después de sugerir que otros países consideren prohibir las criptomonedas, la agencia ahora cree que podría ser un movimiento equivocado.
El jueves, los economistas del FMI publicó un informe examinando el uso de criptomonedas en América Latina y el Caribe. La aceptación ha variado en la región con algunos países, como El Salvador, que están más abiertos a la adopción frente a otros que son más cautelosos sobre los riesgos percibidos involucrados. En su informe, los economistas se inclinaron hacia una posición más cercana a la adopción de las criptomonedas, pero dentro de un marco bien regulado.
«Si bien algunos países han prohibido por completo los criptoactivos debido a sus riesgos, este enfoque puede no ser efectivo a largo plazo», dijeron los economistas en la conclusión del informe.
Este es un cambio rápido del FMI, que solo unos meses antes dijo en otro informe que los países deberían considere prohibir las criptomonedas. Ese punto de vista fue sostenido por un puñado de directores en su junta, pero el consenso incluso entonces se inclinó hacia mejores regulaciones sobre una prohibición.
En el informe de ayer, los economistas del FMI dijeron que las criptomonedas ofrecían una serie de beneficios a quienes las adoptaban. Escribieron que las criptomonedas ofrecían protección contra la incertidumbre macroeconómica, promovían la inclusión financiera y pagos más rápidos, entre otros beneficios.
También ofrecieron un análisis de los esfuerzos recientes en América Latina para desarrollar Monedas digitales del banco central (CBDC).
En una encuesta compartida con funcionarios de toda la región, el FMI descubrió que la mitad de los encuestados dijeron que estaban considerando opciones de CBDC minoristas e institucionales. Lo que también vieron en las CBDC fue una forma de promover la resiliencia en las comunidades vulnerables a los desastres naturales y crear una forma de impulsar las inclusiones financieras en las más remotas.
La mayoría de los países latinoamericanos todavía se encuentran en la etapa de investigación de las CBDC, escribió el FMI, pero otros han progresado hasta la etapa experimental escenario. El más grande es Brasil, el motor económico de la región. Ha estado examinando una CBDC desde 2020 y tiene planes de lanzar una en 2024.
El FMI también señaló dificultades para integrar las criptomonedas en sus economías.
En Argentina, el banco central tomó medidas drásticas contra las criptomonedas en mayo al prohibir que las plataformas de pago lo ofrecieran a los clientes del país. Incluso en El Salvador, que otorgó moneda de curso legal a Bitcoin como una forma de liquidar transacciones, el FMI descubrió que estaba luchando por ser más utilizado.