La Asociación Fintech de México, que agrupa a las empresas que usan la tecnología para ofrecer servicios financieros, está pidiendo al gobierno que flexibilice la regulación existente sobre Bitcoin y otras criptomonedas. Según ellos, la normativa real es muy rigurosa y limitante, y dificulta el desarrollo del sector.
Además, dicen que la ley Fintech, que se aprobó en 2018, no contempla todas las posibilidades que ofrece el mundo cripto, y que el Banco de México debería ser más abierto y colaborativo con las empresas que quieren innovar con estos activos digitales.
Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con esta postura. Algunos expertos consideran que la regulación es necesaria para proteger a los usuarios, prevenir el lavado de dinero y evitar la competencia desleal. También argumentan que las criptomonedas no son monedas de curso lawful en México, y que el Banco de México tiene la potestad de regularlas como mejor le parezca. ¿Quién tiene la razón? ¿Los fintechs que quieren más libertad o los reguladores que quieren más manage?
AFIN es el acrónimo de Asociación Fintech de México, y se trata de una organización que reúne a más de 100 empresas que usan la tecnología para ofrecer servicios financieros innovadores y accesibles. AFIN se fundó en 2016, y desde entonces ha hecho mucho por el desarrollo de la industria fintech en México. Por ejemplo, ha colaborado con el gobierno para crear leyes que regulen la industria fintech y protejan a los usuarios. También ha educado al público sobre los beneficios de la tecnología fintech, como la rapidez, la seguridad, la conveniencia y el ahorro. Además, ha fomentado la innovación en la industria fintech, y ha facilitado la conexión entre las empresas fintech y otros actores del ecosistema. La industria fintech en México está creciendo a pasos agigantados. AFIN está trabajando para que este crecimiento sea sostenible y beneficioso para todos.
La Ley Fintech (de México) es una ley que regula la industria de las tecnologías financieras en México. La Ley Fintech se aprobó en 2018 y tiene como objetivo promover la innovación, la competencia y la inclusión financiera en México. ¿Cómo lo hace? Pues creando una nueva categoría de instituciones financieras llamadas Instituciones de Tecnología Financiera (ITF). Estas son empresas que ofrecen servicios financieros usando tecnología, como las famosas fintech.
La ley también regula a las ITF por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que es el organismo encargado de supervisar a los bancos y otras entidades financieras. Así, la CNBV puede establecer requisitos y normas para que las ITF operen de forma segura y transparente.
Además, la ley crea un marco regulatorio para la prestación de servicios financieros por parte de las ITF. Esto significa que las ITF tienen que cumplir con ciertas reglas para proteger a los usuarios, como informar sobre los riesgos, las comisiones y los derechos de los clientes.
La ley también fomenta la innovación en la industria fintech. Por ejemplo, crea un espacio llamado sandbox, que es como un laboratorio donde las ITF pueden experimentar con nuevos productos o servicios sin tener que cumplir con todas las regulaciones. Así, pueden probar sus suggestions y ver si funcionan antes de lanzarlas al mercado.
La Ley Fintech tiene muchas ventajas para los usuarios de servicios financieros. Fomenta la innovación en la industria fintech. Esto puede traer más opciones y mejores soluciones para las necesidades financieras de los mexicanos. Fortalece la competencia en el mercado financiero. Esto puede beneficiar a los usuarios al reducir los costos y mejorar la calidad de los servicios. Mejora la inclusión financiera. Esto significa que más personas pueden acceder a servicios financieros que antes no podían, como los que viven en zonas rurales o tienen bajos ingresos. Aumenta la transparencia y la seguridad en la prestación de servicios financieros. Esto puede generar más confianza y protección para los usuarios.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. La Ley Fintech también tiene algunas desventajas que hay que considerar. Aumenta los costos de cumplimiento para las ITF. Esto significa que las ITF tienen que invertir más recursos para adaptarse a las regulaciones y reportar a la CNBV. Esto puede afectar su rentabilidad y su capacidad de crecer. Puede ser demasiado restrictiva y frenar la innovación. Algunas regulaciones pueden ser muy estrictas o inflexibles y limitar la creatividad o el desarrollo de las ITF. Esto puede desincentivar el emprendimiento y la innovación en el sector. Falta claridad sobre algunos aspectos de la ley. Algunos conceptos o términos de la ley no están bien definidos o pueden prestarse a interpretaciones ambiguas. Esto puede generar inseguridad jurídica y conflictos entre las ITF y las autoridades.
Se podría decir que, a pesar de que necesita mejoras, la Ley Fintech es una ley positiva para la industria fintech en México. La ley tiene el potencial de promover la innovación, la competencia y la inclusión financiera en México. Sin embargo, es importante ser consciente de las desventajas de la ley y tomar medidas para mitigarlas. Así, podremos aprovechar al máximo los beneficios de las tecnologías financieras sin poner en riesgo nuestra seguridad o nuestros derechos.
La Asociación Fintech de México representa los intereses de sus miembros, que son empresas que ofrecen servicios financieros innovadores y disruptivos. Estas empresas no quieren ataduras en nombre de la innovación, pero ¿qué pasa con los usuarios? ¿Quién los protege de los posibles abusos de estas empresas? A veces escuchamos que estas empresas son el futuro, que crecen y progresan y que necesitan una regulación flexible. Pero cuando que estas empresas caen en quiebra, son hackeadas o robadas, los usuarios quedan con una mano adelante y otra atrás.
¿No sería mejor tener un diálogo que incluya a todas las partes involucradas? ¿No sería más justo tener unas reglas claras y transparentes que garanticen la seguridad y la confianza de todos? ¿Quién representa al usuario? ¿Acaso el empresario habla en nombre de todos? Este discussion no puede ser unilateral, porque al closing todos somos parte del sistema financiero.
Los usuarios tenemos derecho a exigir. Las asociaciones empresariales no son la única voz de la industria. A veces parecen hablar por todos, sobre todo en la industria cripto. Los empresarios y desarrolladores suelen imponer su visión y los usuarios la repiten como loros. Pero ¿y si sus intereses no coinciden con los nuestros?
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Noticias Blockchain. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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