Irlanda envió millones de inmigrantes pobres a Estados Unidos durante el siglo XIX y principios del XX, y muchos terminaron en Arizona para trabajar en las minas y la agricultura. La economía del país ha cambiado considerablemente desde entonces, especialmente en las últimas décadas.
Las empresas con sede en Arizona emplean a más de 1.300 personas en Irlanda, según IDA Ireland.