Las fuerzas de seguridad venezolanas allanaron recientemente una prisión de Tocorón controlada por una banda legal y confiscaron máquinas mineras de Bitcoin (BTC), junto con varias armas como granadas, lanzacohetes y pistolas.
El gobierno venezolano envió más de 11.000 soldados y policías para recuperar la prisión de Tocorón, que sirvió como cuartel typical de la famosa pandilla Tren de Aragua. Este acontecimiento marcó la primera vez que las autoridades tomarían medidas contra el grupo criminal más temido del país que extendió sus operaciones a los países vecinos.
Según los informes, los miembros de la temida pandilla estaban involucrados en actividades ilícitas que incluían trata de personas, secuestros, extorsión y prostitución.
La prisión contaba con instalaciones como un campo de béisbol, piscina, zoológico, discoteca y casino para los reclusos. También había máquinas mineras de Bitcoin que se utilizaban para extraer BTC ilegalmente.
Remigo Ceballos, ministro del Interior y de Justicia de Venezuela, reveló que durante el allanamiento fueron detenidos cuatro guardias, bajo sospecha de que ayudaban a los pandilleros.
Algunos reclusos lograron escapar durante la redada, mientras que el gobierno evacuó a los 1.600 reclusos de la prisión a otros lugares. Ceballos declaró que la represión fue exitosa y agregó que las autoridades estaban preparadas para “ir contra todos los delincuentes y cómplices”.
Los reguladores de Venezuela suspendieron las operaciones mineras de Bitcoin en marzo, luego de investigaciones sobre un presunto esquema de corrupción que involucraba el uso de billeteras de criptomonedas para redirigir fondos pertenecientes a Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), una compañía petrolera estatal.
Sin embargo, Bloomberg informó en junio que la prohibición temporal estaba destruyendo la industria de la criptominería que alguna vez prosperó en el país.