Mientras bitcoin continúa oscilando dentro de un rango aparentemente estable pero dinámico, los expertos de la industria analizan lo que le espera a la criptomoneda más grande del mundo.
El presentador de la mesa redonda, Rob Nelson, estuvo acompañado por Lee Bratcher, presidente del Texas Blockchain Council, y Samuel Armes, fundador de la Florida Blockchain Business Association, para compartir sus predicciones sobre la trayectoria del precio de bitcoin para finales de 2025.
Bratcher, reflexionando sobre la naturaleza única del mercado comercial de bitcoin las 24 horas del día, los 7 días de la semana, enfatizó la influencia de la liquidez reducida durante las horas no comerciales. «Para 2025, habremos superado la incertidumbre de los recortes de tipos de la Fed», comentó. Sugirió un rango de precios de 150.000 a 250.000 dólares como estimación, señalando el impulso del actual ciclo de bitcoin. «Incluso los comentaristas financieros tradicionales podrían inclinarse hacia ese rango», añadió, insinuando una aceptación más amplia dentro del sector financiero.
Nelson intervino, señalando que el alcance de Bratcher le parecía conservador, incluso en el límite superior. Refiriéndose a Samuel Armes para conocer su perspectiva, Nelson llamó la atención sobre los factores psicológicos que impulsan el crecimiento potencial de bitcoin. Armes admitió que rara vez sigue de cerca el precio de bitcoin, pero se alineó con el pronóstico de Bratcher, proyectando un rango de $200,000 a $250,000. «Si las instituciones y los países entran en ese espacio, podríamos ver un crecimiento hiperbólico», advirtió, planteando preocupaciones sobre la accesibilidad para los inversores más pequeños en tal escenario.
A pesar de estas optimistas previsiones, ambos expertos destacaron la volatilidad inherente al mercado de las criptomonedas. Si bien Bratcher atribuyó esto a la etapa de evolución del ciclo de bitcoin, Armes enfatizó el papel del miedo y la participación institucional en el impulso de cambios significativos en los precios.
Con predicciones que van desde un crecimiento constante hasta ascensos meteóricos, una cosa está clara: el viaje de Bitcoin hasta 2025 está destinado a ser tan agitado como la tecnología que lo sustenta. Ya sea que las estimaciones conservadoras sean ciertas o que tomen forma escenarios hiperbólicos, el próximo capítulo de la historia de bitcoin seguramente captará la atención de inversores e instituciones por igual.