Aunque los criptoactivos y los productos asociados siguen avanzando y ganando terreno en el sector de las finanzas tradicionales, las estafas y los fraudes relacionados con las criptomonedas siguen representando un desafío importante para una adopción aún más amplia. En un informe publicado por el FBI, los estadounidenses perdieron más de 5.600 millones de dólares debido a las estafas con criptomonedas en 2023. Estas pérdidas comprenden aproximadamente el 50% de las pérdidas totales de los inversores por fraude financiero y representan un aumento del 45% en las estafas con criptomonedas en comparación con 2022. Vale la pena señalar que la cifra en dólares asociada a estas estafas y fraudes está impulsada tanto por un repunte de los incidentes como por la recuperación de los precios de las criptomonedas que ha impulsado gran parte de la narrativa del mercado de 2023-2024. El hecho de que los fraudes y las estafas sigan siendo tan frecuentes, y de hecho hayan aumentado año tras año, debe ser tenido en cuenta y ser digno de mención para todos los miembros de la comunidad de criptomonedas.
Los detalles de las estafas relacionadas con las criptomonedas incluyeron algunos de los métodos más tradicionalmente asociados con el espacio, como las tácticas de bombeo y descarga, pero también incluyeron una serie de otras tácticas. Estas incluyen, entre otras, delincuentes que establecen centros de llamadas completos desde los cuales dirigir organizaciones fraudulentas, estafadores que se hacen pasar por agentes del gobierno y el uso de sitios de citas en línea para estafar a los inversores en sus tenencias de criptomonedas. Si bien el informe del FBI se centró en los inversores, y no específicamente en las instituciones, hay varias lecciones importantes que los empresarios e instituciones que buscan integrar y/o expandir las operaciones de criptomonedas deben tener en cuenta.
El riesgo de contraparte es real
Para los empresarios o incluso instituciones más grandes que buscan usar criptomonedas para fines de nómina, gestión de tesorería o para pagar a proveedores, es poco probable que la organización se autocustodie los criptoactivos. A medida que el uso de criptomonedas se ha expandido, está prácticamente garantizado que los custodios de criptomonedas fraudulentos ingresarán al mercado, especialmente dada la recuperación de precios que ya se ha producido en 2024 junto con los pronósticos optimistas centrados en las elecciones presidenciales de EE. UU. Dada la naturaleza de rápido movimiento del sector de las criptomonedas, pocos custodios o proveedores de servicios externos tendrán un largo historial, pero hay elementos que las instituciones deben tener en cuenta para evaluar una contraparte con la que interactuar.
Estos elementos incluyen, entre otros, consultas sobre licencias regulatorias y registros de cumplimiento, auditorías de terceros completadas o al menos certificaciones, procedimientos y controles de almacenamiento en frío, cobertura y límites de seguros y evidencia de segregación de activos de clientes. Como lo demostró el colapso de FTX, estos elementos, entre otros, no deben darse por sentados, sino que deben investigarse antes de confiar fondos a un tercero.
Se necesitan informes claros
Partiendo del primer punto, es difícil exagerar la importancia de unos informes claros y estandarizados y de unos canales de comunicación coherentes. Todos los inversores se benefician de unos mejores informes, pero los inversores institucionales y empresariales se benefician incluso más que los inversores individuales. Además de proporcionar mejor información para la toma de decisiones empresariales, la presentación de informes y análisis a demanda también puede ayudar a estos mismos inversores a evitar proyectos que no puedan o no quieran proporcionar la información necesaria.
Por ejemplo, aunque el concepto de prueba de reservas todavía es un trabajo en progreso, esto es algo que cualquier inversor que busque integrar criptomonedas en sus operaciones debería tener en cuenta. Para los emisores de monedas estables, o cualquier otro token que se ofrezca en el mercado, una de las primeras cosas que se debe proporcionar a los socios e inversores potenciales es algún tipo de informe sobre el estado de los tokens y los activos de reserva. Dado que los usuarios institucionales y empresariales de criptomonedas están preocupados por la liquidez y la transparencia, es imprescindible contar con una mejor contabilidad y presentación de informes.
Los riesgos de estafa no desaparecerán
La triste realidad es que, a medida que el mercado de criptomonedas siga madurando, expandiéndose y aumentando su valor, los cibercriminales y otras personas poco éticas de todo el mundo seguirán aprovechándose de las lagunas en la seguridad y los controles internos. En particular, a medida que las instituciones busquen integrar opciones de pago con criptomonedas (en forma de monedas estables u otros activos tokenizados), esto proporcionará otra vía para que los actores maliciosos obtengan acceso a estas transacciones financieras y otros datos dentro de la organización. Los controles adecuados, la capacitación de los empleados y la actualización periódica de las políticas sobre cómo se produce la integración de las criptomonedas serán cada vez más importantes en el futuro.
Los delitos relacionados con las criptomonedas han vuelto a aumentar y los inversores deben tomar medidas proactivas para evitar convertirse en víctimas.