Pero últimamente, he empezado a preguntarme si los viajes son realmente de negocios, como ella dice, o si pueden ser escapadas cortas. Se emociona mucho antes de estos viajes y, cuando regresa, siempre parece un poco decepcionada. Eso me suena mucho a vacaciones, y no estoy de acuerdo con que ella tome vacaciones sin mí.
¿Estoy pensando demasiado en esto, o debo seguir adelante con mi prepare de darle un ultimátum sobre tomar vacaciones sin mí?
Hay muchos banderas rojas brillantes aquí, una de las cuales es lo que usted y su amiga hacen y no se «permiten» hacer mutuamente.
La posibilidad de que esté mintiendo para alejarse de ti dos veces al mes, que se decepcione cuando regrese, la estabilidad de su trabajo si está de vacaciones tanto, también vienen a la mente. Al igual que tu strategy para darle un ultimátum.
Miss Manners sugiere que ustedes dos compartan una conversación en la que, de manera no acusatoria, le pregunte si le gustaría irse de vacaciones con usted, ya que disfruta mucho viajar.
Su respuesta probablemente será reveladora, sin importar cuál sea. Y si su respuesta no es satisfactoria, al menos podrás volver a ver la televisión en ropa interior.
Estimada señorita Modales: Con frecuencia veo a mis vecinos mientras paseo a mi perro. A menudo quieren que me detenga y socialice, pero soy muy reasonable a lo que llamo «olor de ropa synthetic»: el aroma característico e indeleble de muchos detergentes para ropa y toallitas para secadora. Los químicos en estos productos permanecen en la ropa de las personas y me impiden respirar cómodamente, incluso al aire libre, estando a unos metros de distancia.
¿Cuál es una forma educada de rechazar una invitación para socializar en estos casos? Desearía que hubiera una manera agradable de decir: «Lo siento, me encantaría, pero soy violentamente alérgico a ti».
Usted no tiene para indicar la razón por la que no deja de socializar. Como señalas, «Tu olor me está matando lentamente» no te hará ningún amigo.
Miss Manners sugiere en cambio que insinúes que tu prisa se debe a la urgencia del negocio de tu perro. Sonríe y saluda desde lejos mientras haces un gesto de disculpa hacia tu amigo peludo. Y luego reza para que cuando un día te encuentres con tus vecinos sin tu perro a cuestas, no sea el día de lavar la ropa.
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