La Comisión de Servicios Financieros de Corea del Sur reveló ayer planes para normal los criptoactivos como si fueran valores.
Un anuncio de la División de Mercado de Capitales de la Comisión argumenta que los inversores deben esperar que los activos tokenizados disfruten de la misma protección que los valores convencionales, porque cumplen con las mismas definiciones que Corea del Sur aplica a otros valores.
El documento también señala que hay muchos tipos de valores negociados en Corea del Sur sin la participación de instituciones o bolsas, como acciones en empresas privadas. Por lo tanto, el regulador no cree que definir tokens criptográficos como valores cree una nueva clase de valores.
O como dice la traducción automática del documento: “La comida no cambia sin importar en qué recipiente se sirva”.
La Comisión amplía esa metáfora al señalar que «no se puede usar nada como recipiente para alimentos» y «los tazones adecuados pueden variar según el tipo de alimento».
Los activos tokenizados, argumenta el regulador, son una nueva forma de contenedor adecuado para una nueva clase de seguridad.
El documento también sugiere que la misma tecnología blockchain que impulsa los activos tokenizados podría usarse para crear nuevos contenedores que «mejoren la emisión y transacción de valores existentes de manera más eficiente y conveniente».
Curiosamente, el documento parece no mencionar el uso de activos basados en blockchain como moneda. Sin embargo, prevé cierta autorregulación con los intercambios a los que se les pide que decidan cuándo los tokens que intercambian son valores y cuándo no es necesario ese tratamiento.
El regulador también ha señalado que las leyes de Corea del Sur y las opiniones expresadas en este documento se aplican a los activos tokenizados emitidos y creados en el extranjero.
El regulador tiene la intención de presentar enmiendas a los estatutos relevantes de Corea del Sur más adelante en 2023, con la esperanza de que la legislatura de la nación los convierta en ley.
La Comisión está muy interesada en que eso suceda, ya que el documento hace numerosas referencias a los argumentos que presenta para proteger a los inversores de las violaciones de la ley.
La necesidad de tal protección no es difícil de encontrar en Corea del Sur, ya que varios equipos criptográficos locales han ignorado las regulaciones con resultados profundamente desagradables. Y, por supuesto, la nación es el hogar de Do Kwon, cuyos Terraform Labs, con sede en Singapur, implosionaron en 2022, lo que convirtió al CEO Kwon en el mayor villano de cryptoland hasta que Sam Bankman-Fried de FTX le arrebató el título. ®