La inflación bajó mucho más rápido de lo que preveían la mayoría de los inversores y analistas, alcanzando el 3% en junio. La recesión que predijeron la mayoría de los analistas no se ve por ninguna parte, según la tasa de desempleo del 3.6%, que se acerca a su nivel más bajo en 50 años, y el índice S&P 500, que registra una subida del 19% en lo que va de año.
Aunque el comportamiento precise del mercado puede llevar a los inversores a creer que se ha evitado una recesión, hay tres indicadores que han sido capaces de predecir recesiones de forma sistemática a lo largo del tiempo. Estos indicadores económicos adelantados son variables económicas clave que tienden a adelantarse a los cambios en la actividad económica typical, proporcionando un sistema de alerta temprana para los cambios en el ciclo económico. Analicemos tres de estos indicadores y expliquemos cómo pueden interpretarlos los inversores.
Inversión de la curva de rendimientos
La curva de rendimiento representa la relación entre los tipos de interés a corto y largo plazo de los bonos del Estado. Normalmente, los bonos a largo plazo tienen rendimientos más altos que los bonos a corto plazo para compensar a los inversores por el riesgo de mantener su dinero durante un periodo más largo.
Históricamente, una curva de rendimientos invertida ha precedido a menudo a las recesiones. Este indicador sugiere que los inversores están preocupados por el futuro próximo y esperan que los tipos de interés bajen debido a una posible desaceleración económica.
El rendimiento del Tesoro a dos años es actualmente del3.25%, mientras que el rendimiento del Tesoro a 10 años es del 2.95%, típico de los periodos previos a una recesión. Sin embargo, ese ha sido el caso desde septiembre de 2022, e históricamente hay un desfase de nueve a 24 meses antes de que se produzca la contracción económica.
Indicadores económicos adelantados (LEI)
El Meeting Board, una organización de investigación sin ánimo de lucro, elabora un conjunto de indicadores económicos conocidos como indicadores económicos adelantados (LEI, por sus siglas en inglés). Estos indicadores incluyen diversos datos, como permisos de construcción, precios de las acciones, expectativas de los consumidores, media de horas semanales trabajadas, and many others.
Cuando estos indicadores empiezan a descender o muestran un patrón de movimiento negativo, puede ser señal de una recesión inminente. El índice de confianza del consumidor de julio alcanzó una lectura de 117, el nivel más alto en dos años.Además, según The Conference Board, la probabilidad de recesión en los próximos seis meses es del 25%, frente al 30% de junio.
Índice de gestores de compras (PMI)
El índice de gestores de compras (PMI) se basa en cinco indicadores principales: nuevos pedidos, niveles de existencias, producción, entregas de proveedores y entorno laboral. Un PMI excellent a 50 representa una expansión, mientras que las lecturas inferiores a 50 representan una contracción. El PMI se considera una herramienta muy fiable, pues proporciona datos puntuales y precisos sobre el sector manufacturero.
El PMI manufacturero world de EE.UU. del S&P cayó a 46. en julio de 2023, por debajo del 46.9 de junio y del 48.4 de mayo. Se trata de la lectura más baja desde diciembre de 2022, e indica que el sector manufacturero se encuentra en estado de contracción. En resumen, la economía mundial se está ralentizando, lo que repercute negativamente en la demanda de exportaciones de Estados Unidos.
La Reserva Federal está en apuros
La economía estadounidense presenta actualmente señales contradictorias. A pesar de una sólida demanda de consumo respaldada por el aumento de los salarios y el bajo desempleo, los indicadores de crecimiento industrial se han mantenido débiles a lo largo de 2023. Además, los mercados de renta fija sugieren la reticencia del mercado a añadir posiciones de riesgo.
Esta indecisión se debe al endurecimiento anticipado de la política monetaria de la Reserva Federal y a las nuevas subidas de tipos de interés previstas para 2023. Estas diferentes señales muestran la delicada situación de los responsables de los tipos de interés.
Si la Reserva Federal aprieta demasiado su política, podría ralentizar la economía con demasiada rapidez, lo que podría provocar una recesión.Por otro lado, si la Fed es demasiado indulgente, podría desencadenar una elevada inflación, que erosiona el poder adquisitivo y puede desestabilizar la moneda.
Para los inversores en criptomonedas, hay una variable adicional que complica aún más el análisis. A pesar de la alta correlación a largo plazo entre Bitcoin (BTC) y el mercado bursátil, los últimos ocho meses han mostrado periodos de tendencia inversa, lo que significa que los activos se han movido en direcciones distintas.
En medio de la incertidumbre del mercado de criptomonedas, las decisiones de la Fed son clave para revelar la confianza económica. Aumentar los tipos de interés significa estabilidad, beneficiando potencialmente a los mercados de criptomonedas a corto plazo, mientras que los recortes de tipos pueden indicar preocupaciones económicas, afectando posiblemente a los mercados de riesgo en standard. Por lo tanto, el seguimiento de la Fed proporciona una orientación oportuna a los inversores en tiempos de incertidumbre económica.
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