Las criptomonedas como Bitcoin han estado últimamente en un camino salvaje.
Bitcoin superó los $ 100,000 por primera vez el mes pasado después de duplicar su precio el año pasado, y los analistas creen que Bitcoin y otras criptomonedas podrían ver otro año revolucionario en 2025.
Para ayudar a explicar por qué los inversores en bitcoins están tan emocionados, aquí hay tres cosas clave a tener en cuenta y por qué los críticos están tan preocupados.
¿Podría Bitcoin experimentar otro gran aumento?
Eso es lo que creen muchos analistas. Una encuesta reciente de CNBC mostró que varios expertos predicen que Bitcoin alcanzará los 200.000 dólares este año.
Hay razones para el optimismo. Uno de los más importantes es que bitcoin se está volviendo más común después de que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) aprobó a regañadientes fondos de inversión que rastrean el precio de bitcoin a principios del año pasado.
Estos fondos cotizados en bolsa, o ETF, tienden a ser populares entre los inversores habituales, lo que les permite una forma más sencilla de exponerse a bitcoin sin tener que desembolsar seis cifras por un solo bitcoin.
El fondo bitcoin lanzado por BlackRock se convirtió en uno de los ETF más exitosos de la historia después de acumular más de 50 mil millones de dólares en activos el año pasado.
Hay otra razón importante por la que los inversores en bitcoins son tan optimistas: el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
¿Trump cumplirá sus promesas criptográficas?
Durante la campaña presidencial de 2024, Trump hizo una gran promesa a los inversores en criptomonedas: convertir a Estados Unidos en la «capital criptográfica del planeta».
Trump aún no es presidente, pero está cumpliendo un aspecto clave de su promesa: elegir reguladores y formuladores de políticas que se espera que sean mucho más amigables con los intereses criptográficos (incluida su propia familia, dado que él y sus dos hijos están involucrados en una empresa criptográfica). ).
Eso marcaría un cambio radical con respecto a la administración Biden, que adoptó un enfoque mucho más escéptico respecto de las criptomonedas.
La SEC, dirigida por Gary Gensler, tomó medidas agresivas contra actores criptográficos clave como Coinbase como parte de una batalla legal para lograr que cumplan con las regulaciones de Wall Street.
Pero los inversores esperan que el próximo policía de mercado de Wall Street adopte un enfoque muy diferente después de que Trump eligiera a Paul Atkins como su jefe de la SEC.
Atkins, director ejecutivo de una empresa consultora con clientes criptográficos, es un excomisionado de la SEC conocido por ser un firme defensor de las criptomonedas.
Trump también nombró al primer zar de las criptomonedas y la inteligencia artificial del país, el destacado capitalista de riesgo David Sacks, quien se espera que ayude a dar forma a políticas más amigables para ambos sectores.
La próxima administración Trump trabajaría con un Congreso controlado por los republicanos.
El representante French Hill, republicano por Arkansas, es el nuevo presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes. Hill, exbanquero comunitario en su estado natal, ha abogado por políticas que ayuden a desarrollar las criptomonedas y la inteligencia artificial, lo que lo convierte en un aliado potencialmente poderoso para la administración entrante de Trump.
Sin embargo, la perspectiva de una legislación más amigable tiene preocupados a muchos expertos en criptografía, incluida Carol Alexander, profesora de la Universidad de Sussex, conocida por su experiencia en activos digitales y su exitosa trayectoria en la predicción del precio de bitcoin.
A Alexander le preocupa que los traders profesionales puedan aprovechar y beneficiarse a expensas de los inversores habituales, comparándolo con un partido de fútbol entre dos equipos sin árbitro.
«Tenemos que regular el espacio», dice, y califica el avance hacia un entorno legislativo más amigable para la industria de la criptografía como «un paso en la dirección equivocada».
¿Podría Estados Unidos lanzar una reserva estratégica de bitcoins?
Trump hizo otra promesa a los inversores en criptomonedas que podría cambiar las reglas del juego para la industria si se cumpliera: que Estados Unidos iniciaría «una reserva nacional estratégica» compuesta de bitcoins.
En un discurso en una conferencia sobre criptomonedas en Nashville en julio, Trump dijo que el gobierno podría comenzar a acumular reservas con los tokens de bitcoin que ha confiscado a varios malos actores. Se cree que Estados Unidos posee alrededor de 200.000 tokens bitcoin, con un valor de más de 19.000 millones de dólares a los precios actuales del mercado.
A la industria de las criptomonedas (y a algunos legisladores) les gustaría que Trump fuera aún más lejos y comenzara una reserva estratégica de bitcoins. Eso significaría que el gobierno compraría y vendería activamente bitcoins como parte de la forma en que administra sus recursos.
Sería similar a la forma en que el gobierno compra y mantiene petróleo en su Reserva Estratégica de Petróleo, liberando barriles en momentos de emergencias energéticas.
La senadora Cynthia Lummis, republicana por Montana, presentó una legislación para crear dicha reserva. El año pasado, propuso al gobierno estadounidense comprar 200.000 bitcoins al año durante cinco años hasta llegar al millón, o el 5% del suministro total de bitcoins.
Los defensores de una reserva o reserva creen que un fondo de este tipo traería grandes beneficios, incluido vincular estratégicamente a Estados Unidos al crecimiento de bitcoin y darle al gobierno la posibilidad de utilizar las ganancias de bitcoin para pagar las grandes deudas del país.
Sin embargo, existen importantes dudas sobre cómo Estados Unidos podría iniciar legalmente un fondo de bitcoins de este tipo, y muchos críticos advierten sobre graves consecuencias, ya que Bitcoin es conocido por su volatilidad y expondría directamente al gobierno de Estados Unidos a pérdidas importantes.
Muchos críticos también creen que hacer que Estados Unidos inicie una reserva estratégica de bitcoins daría legitimidad a un activo que, según dicen, no tiene ningún propósito real excepto el de inversión especulativa.
Queda por ver si Estados Unidos termina lanzando un fondo de este tipo o no. Por ahora, los inversores en criptomonedas están mareados, y la esperanza de que el momento dorado del bitcoin dure un tiempo.