Estrella de Disney, cantante de éxito, actriz galardonada, productora, presentadora de programas de cocina, defensora de la salud mental, magnate de la belleza, filántropa: no es de extrañar que Selena Gomez sea la mujer más seguida en Instagram, con más de 422 millones de seguidores.
Y últimamente ha estado llorando. Su papel protagónico en una peculiar película de la mafia. Emilia Pérez ya le ha valido una nominación al Globo de Oro, a la que le seguirá una posible nominación al Oscar. Y en medio del revuelo de la temporada de premios, el mes pasado, Gómez anunció su compromiso con el productor musical Benny Blanco. Anunciado en Instagram con una foto de un anillo de diamantes talla marquesa con pavé (un guiño sutil a su canción ‘Good For You’, en la que Gómez se describe a sí misma como un «diamante marquesa»), rápidamente se convirtió en uno de sus más famosos. Me gustaron las publicaciones de Instagram, acumulando 23,2 millones de me gusta. El comentario “Sí, seré la niña de las flores” de su mejor amiga y estrella del pop mundial Taylor Swift añadió otra capa de emoción, obteniendo más de dos millones de me gusta por sí solo.
El anuncio se ha convertido en uno de los compromisos de celebridades de alto perfil más visibles, generando 30 millones de dólares en valor mediático ganado (EMV), según la firma de inteligencia de influencers Lefty. EMV es la inversión publicitaria que genera una cantidad equivalente de impresiones a las obtenidas de las publicaciones en las redes sociales. Para ponerlo en contexto, el compromiso de Justin y Hailey Bieber en 2018 generó 14 millones de dólares en EMV, mientras que el reciente anuncio de Zendaya y Tom Holland generó 11 millones de dólares.
Este frenesí de compromiso es un testimonio del poder estelar de Gómez. Y mientras asiste a más entregas de premios y planifica su propio día especial, 2025 presenta una nueva oportunidad para que las marcas de moda generen resonancia con una de las bases de fans más comprometidas de Internet.
Relacionable y resistente
Quizás se pregunte por qué Gómez, por encima de todos los demás, ha conseguido tantos seguidores. Pero los expertos coinciden en que a pesar de los elogios y el mega-fandom, la carrera de décadas de Gómez (nota: ella solo tiene 32) se ha definido por su capacidad de relacionarse y su resiliencia, lo que la convierte en una figura confiable para la Generación Z.
“La Generación Z esencialmente creció junto a ella”, dice Tori D’Amico, editora gerente de contenido de la Generación Z y la agencia de investigación de mercado millennial YPulse. «En ese momento, la vieron luchar con su salud física y mental y ser abierta al respecto», continúa. A Gómez le diagnosticaron lupus en 2013, una enfermedad autoinmune crónica, como se comenta en su Mi mente y yo documental, que también analiza su trastorno bipolar. “[Fans] también vi [relatable] dramas de relaciones y dramas de amistad, que hicieron que su estilo de vida y su éxito parecieran alcanzables de alguna manera”.