A pesar de la falta de claridad inmediata en la política federal, el mercado de las criptomonedas sigue siendo optimista, impulsado por el sólido desempeño de Bitcoin y la anticipación de cambios regulatorios favorables.
El 20 de enero, Donald Trump regresó a la Casa Blanca para su segundo mandato como presidente y pronunció un discurso centrado en la unidad, el crecimiento económico y el control fronterizo. Sin embargo, la comunidad criptográfica notó una omisión flagrante: no se mencionaron las criptomonedas ni Bitcoin, a pesar de los recientes acontecimientos que involucran a la familia Trump en el espacio criptográfico, incluido el lanzamiento de sus monedas meme. La falta de atención a las criptomonedas ha dejado a la industria insegura sobre la postura de Trump, pero el optimismo persiste.
El primer día del segundo mandato de Trump vio una avalancha de órdenes ejecutivas, pero ninguna abordó las criptomonedas. A pesar de las esperanzas de una acción rápida en temas como las reservas de Bitcoin o los consejos asesores de criptomonedas, el día transcurrió sin una claridad política inmediata. Sin embargo, los expertos sugieren que todavía se están gestando medidas importantes, incluidas posibles órdenes ejecutivas que prohíban las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) y alivien las restricciones a los bancos que poseen activos digitales.
Detrás de escena, la familia Trump ha seguido apostando por las criptomonedas, y Donald Trump Jr. anunció inversiones por valor de 120 millones de dólares en varios criptoactivos, incluidos Ethereum, Wrapped Bitcoin y Chainlink. Además, ya han comenzado cambios regulatorios clave, con figuras pro-cripto asumiendo roles de liderazgo en la SEC y la CFTC, lo que puede indicar un entorno regulatorio más favorable para la industria.
Aunque la administración de Trump aún tiene que tomar medidas definitivas sobre las criptomonedas, el mercado sigue teniendo esperanzas, ya que Bitcoin mantiene un sólido desempeño y los indicios de cambios regulatorios generan optimismo. Si bien el futuro inmediato no está claro, la industria de la criptografía sigue ansiosa por saber lo que podría suceder bajo el liderazgo de Trump.