¿Te aburre el precio de Bitcoin? No eres el único. Lleva semanas y meses oscilando dentro de un canal, como un péndulo aburrido. Ni sube ni baja. Solo se mueve de lado a lado, entre dos líneas imaginarias: la resistencia y el soporte. La resistencia es el techo que no puede romper. El soporte es el suelo que no puede perforar. El precio está atrapado entre $31K y $24K dólares. Y encima, hay poco volumen. Nadie compra ni vende. ¿Qué se necesita para salir de esta lateralidad? Un empujón fuerte. ¿El precio podría llegar a $35K o a $22K? Podría, pero no quiere. Todavía.
¿Qué pasa con el volumen de Bitcoin? ¿Por qué es tan bajo? La respuesta es straightforward: porque nadie le hace caso. El precio de Bitcoin está estancado, como un automóvil sin gasolina. No avanza ni retrocede. Solo se queda ahí, parado, esperando que alguien lo empuje.
Los inversores no ven atractivo comprar un activo volátil que no se mueve. Es como comprar una montaña rusa que no funciona. ¿Qué gracia tiene? Ninguna. Es asumir un riesgo sin ganancia. No tiene sentido y no es muy sensato.
El bajo volumen es un reflejo del poco interés. Y el poco interés es una consecuencia del estancamiento. Es un círculo vicioso que solo se rompe con un cambio de tendencia. ¿Cuándo llegará ese cambio? Nadie lo sabe. Solo podemos esperar y ver.
¿Te has preguntado por qué Bitcoin no sube ni baja? ¿Por qué se queda ahí, como un limón en el árbol, esperando a que alguien lo recoja? Una de las razones es la falta de claridad regulatoria en muchos países, que genera incertidumbre y desconfianza entre los inversores.
¿Qué significa esto? Que nadie sabe muy bien cómo tratar a Bitcoin. ¿Es una moneda? ¿Es un activo? ¿Es una mercancía? ¿Es una burbuja? Cada país tiene su propia opinión y sus propias normas, y eso hace que el mercado sea muy volátil y arriesgado.
¿Te acuerdas de cuando Bitcoin era la estrella del mercado? ¿Cuándo todos querían comprarlo y venderlo, y hacerse ricos en un día? Pues eso ya no pasa. Ahora Bitcoin está más solo que la una, y nadie quiere acercarse a él.
¿Por qué? Porque hay mucha incertidumbre en el mundo. Nadie sabe qué va a pasar con la economía, con el dinero, con las leyes. ¿Qué valor tendrá Bitcoin mañana? ¿Qué impuestos habrá que pagar por él? ¿Qué regulaciones lo afectarán? Son preguntas sin respuesta, y eso asusta a los inversores.
Así que muchos compradores han decidido esperar a que haya más claridad, o buscar otras opciones más seguras. Y mientras tanto, Bitcoin se queda ahí, sin compañía, como un limón en el árbol.
Sin embargo, Bitcoin no se desploma. Ha resistido a los embates del mercado. ¿Por qué? Pues eso tiene una explicación. Y es que todavía hay esperanza.
¿Qué esperanza? Que Bitcoin se convierta en un producto financiero más. Hay solicitudes de ETF esperando por su aprobación en la SEC. Y eso podría ser una manera de atraer a muchos inversores institucionales. Lo que podría significar mayor demanda.
Por otro lado, ya viene el halving. Lo que significa que la recompensa por minar un bloque será la mitad de lo que es ahora. Y eso crea expectativa. Es decir, mucha gente cree que un Bitcoin por debajo del nivel actual está demasiado barato.
Así que muchos vendedores prefieren aguantar el tirón o apostar por Bitcoin. Y mientras tanto, Bitcoin se queda ahí, sin subir pero sin caer.
Ahora bien, uno de los datos que genera dudas es el de los futuros de Bitcoin. Este dato inclina un poco la balanza hacia el argumento pesimista.
Los futuros son contratos que permiten comprar o vender un activo en una fecha futura a un precio determinado. Y los futuros de Bitcoin son una forma de especular sobre el valor del Bitcoin sin tener que poseerlo.
Pero los futuros también nos dan pistas sobre lo que piensa el mercado. ¿Cómo lo sabemos? Porque hay una diferencia entre el precio del Bitcoin en el mercado al contado y el precio del Bitcoin en los futuros. Esta diferencia se llama prima, y es un indicador de la confianza de los inversores. A mayor prima, mayor confianza. A menor prima, menor confianza. ¿Y qué nivel implica eso? Pues nada más y nada menos que $22K. Según los datos de los futuros, ese parece ser el siguiente paso lógico para Bitcoin.
En efecto, el precio podría bajar. Porque hay muchos problemas con los reguladores, los exchanges y los ETFs. ¿Y cuánto puede bajar el precio? Pues hasta los $22K, que es lo que valía cuando los futuros de Bitcoin estaban más altos.
Los futuros de bitcoin son una forma de apostar por el precio de Bitcoin. Pero también son un reflejo de las expectativas y el sentimiento de los inversores. Si hay optimismo y entusiasmo, los futuros suben. Si hay pesimismo y apatía, los futuros bajan.
Pero ojo, que los futuros no son una bola de cristal que nos dice el futuro. Son solo una expresión de lo que piensa la gente hoy. Es posible que los inversores estén estimando que después de este estancamiento, Bitcoin, más temprano que tarde, va a bajar. Pero ese futuro no está escrito. Es solo la expectativa de hoy. En las próximas semanas, cualquier cosa puede pasar. El precio puede ser otro. Y los que compraron a futuros a $22K pueden perder dinero por el mal cálculo.
Sin embargo, en todo esto hay algo que debemos reconocer. En este momento, los bajistas tienen muchos argumentos. Y los alcistas ya no están convenciendo como antes. Bitcoin lleva meses sin romper la barrera de los $31K y parece que ha perdido el impulso que tenía a principios del año. Además, hay factores externos que pueden influir negativamente, como la regulación, la competencia o la sostenibilidad.
Así que, ¿qué podemos hacer ante esta situación? Pues lo mismo que siempre: informarnos bien, diversificar nuestra cartera, no dejarnos llevar por las emociones y gestionar el riesgo. Porque al last, Bitcoin es una aventura impredecible. Es una montaña rusa llena de sorpresas.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Noticias Blockchain. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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