Dos personas están esposadas y enfrentan cargos graves en relación con un importante robo de criptomonedas por un valor de más de 230 millones de dólares a una sola víctima.
Malone Lam, de 20 años, y Jeandiel Serrano, de 21, de Miami y Los Ángeles respectivamente, presuntamente llevaron a cabo una estafa entre agosto y septiembre y utilizaron los fondos robados, que fueron lavados de manera descuidada, para comprar autos de lujo, relojes, joyas, viajes internacionales, servicios de clubes nocturnos VIP, casas de alquiler y bolsos de diseñador.
La acusación [PDF]El documento, revelado el jueves, no entra en grandes detalles sobre el incidente criminal que está en el centro del caso, excepto que afirma que la pareja supuestamente contactó directamente a la víctima y le robó más de 4.100 Bitcoins.
Los tokens de criptomonedas robados luego se movieron a través de varios intercambios y mezcladores, con la ayuda del uso de VPN, en un intento de enmascarar su ruta a las billeteras de los ladrones cibernéticos.
Según el Departamento de Justicia (DoJ), se utilizaron cadenas Peel como parte de este proceso de lavado de dinero. Estas implican realizar muchas transacciones pequeñas desde una billetera y pasar los fondos a diferentes bolsas donde luego se convierten en otras criptomonedas, como Ethereum, Monero y, a veces, también en moneda fiduciaria.
La idea es que la multitud de transacciones y su bajo valor hacen que sea menos probable que la plataforma las detecte por sospechas de lavado de dinero. También dificulta la investigación del rastro de fondos para los investigadores de blockchain.
Los intercambios de criptomonedas, debido a la naturaleza de su negocio y al uso que los delincuentes hacen de las criptomonedas, a menudo se utilizan para lavar activos digitales robados como Bitcoin y, por lo tanto, están sujetos a medidas estrictas por parte de los reguladores financieros para acabar con dicha malversación.
No se reveló mucho sobre la víctima, aparte de que residía en Washington, DC, donde el caso está siendo manejado actualmente por la Fiscalía de los Estados Unidos, el FBI y el IRS.
La noticia llega apenas unos días después de que el FBI publicara un informe que examina el estado de las estafas relacionadas con las criptomonedas en Estados Unidos, que le generan a la ciberescoria 5.600 millones de dólares al año, según sus cálculos.
Las estafas basadas en la confianza son las más comunes. A menudo, el estafador pasa semanas y, a veces, meses antes de comenzar la fase de estafa real de sus actividades. Pasará mucho tiempo en aplicaciones de citas y redes sociales, generalmente, construyendo una relación con la víctima antes de convencerla de participar en algún tipo de inversión falsa que, por supuesto, concluye con el robo de los activos de la víctima.
También existen los tipos más violentos de delitos relacionados con las criptomonedas, como lo demuestra la reciente condena de un hombre de Florida y una banda de sus amigos matones que invadieron las casas de personas mayores en todo Estados Unidos, utilizando la fuerza física y amenazas de actos atroces para asustar a las víctimas y lograr que entregaran el control de sus activos digitales.