Un empresario brasileño, vinculado a uno de los grupos criminales más poderosos del país, ha sido asesinado a tiros en el aeropuerto de Guarulhos, en São Paulo.
Antônio Vinicius Gritzbach había llegado recientemente a un acuerdo de culpabilidad con los fiscales locales para proporcionar información sobre el Primeiro Comando da Capital (PCC), o Primer Comando de la Capital.
Como resultado, recibió amenazas de muerte de la pandilla, informan los medios locales.
Otras tres personas resultaron heridas en el ataque, y imágenes en línea muestran las consecuencias. La policía dijo que se habían desplegado agentes en el aeropuerto y sus alrededores.
El momento en que dos hombres encapuchados salieron de un automóvil con metralletas y comenzaron a disparar afuera de la terminal del aeropuerto fue captado por una cámara de seguridad.
Gritzbach, ex miembro del PCC, dejó caer su bolso e intentó huir, pero recibió varios disparos y murió en el lugar.
Gritzbach, un experto en criptomonedas, había estado contando a los funcionarios cómo ayudó al grupo a lavar millones de dólares.
Los informes de los medios brasileños sugieren que alguna vez fue considerado un actor clave en la operación de la pandilla.
Como parte de su acuerdo de culpabilidad, Gritzbach había prometido ayudar a los investigadores a localizar a otros miembros y entregar documentos.
A cambio, los fiscales de São Paulo habrían ofrecido a Gritzbach un indulto judicial y una reducción de su pena por blanqueo de dinero.
El PCC se formó a principios de la década de 1990 y se ha convertido en una de las bandas de narcotraficantes más temidas de Brasil. Sin embargo, sus miembros no se limitan a América Latina.
El año pasado, un informe de los servicios de seguridad en Portugal sugirió que el grupo tenía 1.000 asociados en la capital del país europeo, Lisboa.
El grupo de trabajo contra el crimen organizado de São Paulo estimó en 2023 que el PCC gana casi mil millones de dólares (773.000 libras esterlinas) con el tráfico internacional de cocaína.