El Kasikorn Financial institution de Tailandia, también conocido como K-Financial institution, dijo que adquirió el 97% de las acciones de la empresa matriz del intercambio de cifrado Satang, que opera en el país desde 2017.
Según un documento, el acuerdo tiene una valoración de 3.705 millones de baht tailandeses (102,8 millones de dólares) y se realizó a través de una nueva filial de K-Lender llamada Unita Funds, que tiene el mandato de invertir en empresas de activos digitales.
Una vez que se cierre el trato, Satang pasará a llamarse Orbix. La nueva empresa también tendrá tres filiales adicionales: Orbix Custodian, Orbix Spend (un gestor de fondos de activos digitales) y Orbix Technological know-how, un desarrollador de tecnología blockchain.
El anuncio se develop un mes después de que K-Lender lanzara un fondo de 100 millones de dólares dirigido a internet3, fintech e inteligencia artificial. El rival de K-Financial institution, Siam Industrial Lender (SCB), también está tomando medidas agresivas hacia internet3 y cripto.
“K-Bank está intensificando sus esfuerzos en el sector de las criptomonedas, posicionándose junto a SCB. Están interesados en ofrecer un espectro completo de servicios criptográficos permitidos en Tailandia”, dijo a CoinDesk Udomsak Rakwongwan, profesor de la Universidad Kasetsart y cofundador de FWX.finance, en el que invirtió K-Financial institution.
Rakwongwan dijo que K-Financial institution obtuvo recientemente una licencia de intercambio de criptomonedas y está «buscando activamente las licencias restantes» para criptomonedas en Tailandia. También señaló que el mercado tailandés es único ya que cuenta con un alto nivel de apoyo institucional.
Además de SCB y K-Financial institution, el gigante energético tailandés Gulf tiene una empresa conjunta con Binance a través de su fondo Gulf Innova para llevar al mercado una versión neighborhood regulada del intercambio.
«El negocio de las criptomonedas en Tailandia se volverá más competitivo a medida que los principales actores hagan valer sus derechos», dijo. “Dado que el propietario de Gulf es una de las personas más ricas de Tailandia, la dinámica seguramente cambiará. El vasto funds y la influencia de estos gigantes podrían plantear desafíos de supervivencia para los actores más pequeños en este campo”.