Hace casi dos años, se aprobó la Ley de Infraestructura y Empleo (IIJA), un proyecto de ley que amplió los informes de información de los corredores a las transacciones de activos digitales y exigió la elaboración de normas por parte del Servicio de Impuestos Internos (IRS) para implementar el estatuto. A fines del mes pasado, llegó la tan esperada propuesta del IRS, que podría acabar con las criptomonedas en Estados Unidos.
La regla propuesta requeriría que los corredores recién designados informen sobre las ventas e intercambios de activos digitales. Aunque la norma excluiría a los stakeholders y a los mineros de los requisitos de presentación de informes, la amplitud de la propuesta dañaría todas las partes del ecosistema.
Este artículo es parte de CoinDesk. «Semana de apuestas». Sarah Milby es directora senior de políticas de Blockchain Association.
Al ampliar las definiciones de “activos digitales” y “corredor”, la propuesta atraería a personas y proyectos que de otro modo no estarían dentro del alcance de estas obligaciones de declaración de impuestos. Estos nuevos corredores deberían recopilar información individual de los usuarios, incluido su nombre, dirección y número de identificación fiscal, y luego proporcionarles un formulario 1099 para ayudar a calcular las ganancias y pérdidas de las ventas de activos digitales que los corredores ayudaron a “facilitar”. «
La propuesta plantea una serie de preocupaciones para los usuarios, especialmente en relación con su privacidad, seguridad y capacidad de acceder a protocolos descentralizados.
Lo más importante es que la propuesta crearía requisitos de presentación de informes inviables para una amplia gama de participantes en el ecosistema de activos digitales y provocaría que los proyectos cerraran sus operaciones o se trasladaran al extranjero, inhibiendo la innovación estadounidense en la tecnología blockchain.
De hecho, debido a la naturaleza de los requisitos de presentación de informes, el cumplimiento sería imposible si no existe un punto central de manage. Esto podría tener consecuencias catastróficas para el uso descentralizado de activos digitales al forzar la centralización, crear intermediarios donde no existen y hacer que la tecnología descentralizada sea prácticamente imposible de acceder o desarrollar en los EE. UU.
En resumen, la propuesta –tal como está redactada actualmente– significa el fin de DeFi en Estados Unidos y muestra los efectos catastróficos y de gran alcance que puede tener la reglamentación.
Aunque el IRS finalmente publicó su propuesta de reglamentación, lo hizo casi dos años después de que se aprobara la IIJA. Para que el ecosistema de activos digitales tenga claridad en materia tributaria, será necesario que el IRS brinde orientación oportuna y bien informada, algo que no ha logrado hasta la fecha. Por ejemplo, en julio, el IRS publicó una guía que decía que las recompensas por apostar deberían gravarse al recibirlas como ingreso bruto. Sin embargo, esta guía no tiene en cuenta las realidades y complejidades de las apuestas.
La guía sobre apuestas del IRS se basa en una descripción demasiado simplista de las apuestas que no reconoce las muchas formas que pueden adoptar las apuestas. La guía, por ejemplo, no nos dice si la recompensa por apostar del contribuyente consiste en transferencias de activos digitales existentes de otros titulares o si la recompensa consiste en activos digitales recién acuñados. El tratamiento fiscal en el primer escenario podría ser muy diferente del tratamiento fiscal en el segundo escenario. Además, la guía no contempla apuestas líquidas ni apuestas delegadas.
La guía establece que las recompensas por apostar deben tributar como ingresos brutos cuando se reciben. En cambio, las recompensas por apostar deben tratarse como propiedad creada por el contribuyente y, por lo tanto, deben pagar impuestos sobre la venta, no sobre el recibo. Como regla common, un contribuyente que crea una propiedad no obtiene ingresos en el momento de la creación de la propiedad, sino en el momento en que se vende. Por ejemplo, un agricultor que cultiva maíz no paga impuestos sobre ese maíz hasta que lo vende porque la venta es el punto donde se obtienen los ingresos. Lo mismo debería aplicarse a las apuestas.
Las apuestas son solo un área en la que hay margen para una mayor claridad en la tributación de los activos digitales, pero hay muchas otras que exigen atención. No solo se debe brindar claridad, sino que no debe inhibir el desarrollo, la innovación y la utilidad de los activos digitales. Los activos digitales tienen características únicas que merecen una consideración person al aplicar el código tributario a este espacio emergente.
Si hay alguna esperanza de mejorar la norma propuesta y el tratamiento fiscal de los activos digitales, la industria debe comunicar claramente a Washington que la agenda fiscal sobre activos digitales del IRS es inviable y debe corregirse. Considere enviar un comentario sobre la regla propuesta: el Departamento del Tesoro y el IRS aceptarán respuestas hasta el 30 de octubre.
La nueva regla de corredor propuesta debería servir como una advertencia para mostrar cuán rápidamente las definiciones y aplicaciones amplias de la política fiscal a los activos digitales podrían convertirse en resultados mortales para una industria nueva y emergente.