El Departamento del Tesoro de EE. UU. ha informado que a pesar de la creciente tendencia de los actores ilícitos a recurrir a las criptomonedas para el lavado y la financiación de dinero, el dinero contante y sonante sigue siendo su herramienta preferida.
En sus Evaluaciones Nacionales de Riesgos sobre Lavado de Dinero, Financiamiento del Terrorismo y Financiamiento de la Proliferación de 2024, el Tesoro arrojó luz sobre las diversas amenazas, vulnerabilidades y riesgos asociados con el financiamiento ilícito dentro de los Estados Unidos.
La amenaza a los activos digitales va en aumento
Los funcionarios del Tesoro han observado que, a pesar de que las monedas fiduciarias siguen siendo el medio predominante para el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, la amenaza que plantean los activos digitales va en aumento.
Según la Evaluación Nacional de Riesgo de Lavado de Dinero de 2024, el fraude, particularmente a través de esquemas de inversión y fraude en atención médica, sigue siendo la principal causa de las actividades de lavado de dinero. El informe destaca un aumento del fraude relacionado con avances tecnológicos, como la telemedicina y estafas relacionadas con inversiones en activos virtuales.
Mientras tanto, los grupos terroristas, incluidos ISIS y Hamás, recurren cada vez más a activos virtuales para financiarse. Esta tendencia creciente ha generado preocupación entre los legisladores en los últimos meses. Un informe de The Wall Road Journal de octubre señaló que Hamás, entre otros grupos militantes, utilizó criptomonedas como herramienta de financiación antes de los ataques en Israel.
El informe también encontró que las interacciones financieras más frecuentes entre individuos en los Estados Unidos y organizaciones terroristas extranjeras implican la solicitud directa de fondos o intentos de transferir fondos a estos grupos, identical a la tendencia en 2022. Estas transacciones se realizan utilizando efectivo, dinero registrado empresas de servicios y, en algunos casos, activos virtuales.
DeFi y Stablecoins son una preocupación creciente
El Tesoro enfatizó además los desafíos que plantean las finanzas descentralizadas (DeFi), destacando específicamente que dichos servicios, considerados instituciones financieras según la Ley de Secreto Bancario (BSA), están obligados a cumplir con las normas contra el lavado de dinero (AML) y la lucha contra la financiación del terrorismo. (CFT) regulaciones.
A pesar de estos requisitos, el Tesoro ha observado un importante déficit de cumplimiento entre muchos servicios DeFi cubiertos por la BSA, que es explotado por actores ilícitos.
El informe destaca el interés de los delincuentes en explotar los servicios financieros emergentes, incluidas las plataformas DeFi y los juegos en línea, lo que genera preocupaciones sobre el anonimato que brindan los juegos en línea y el tamaño considerable y el rápido crecimiento del sector, que dan lugar a riesgos únicos de lavado de dinero.
El Tesoro también expresó su preocupación por el mayor uso de monedas estables, un cambio con respecto a la Evaluación Nacional de Riesgo de Financiamiento del Terrorismo (NTFRA) de 2022, donde los grupos terroristas solicitaron principalmente donaciones en Bitcoin.
El subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, ha expresado anteriormente su preocupación por las monedas estables basadas en dólares, en specific aquellas que no están en los Estados Unidos, destacando el escrutinio regulatorio que rodea a estos activos digitales.