FTX se destaca porque, a diferencia de Voyager y Celsius, es el primer gran intercambio de criptomonedas en caer. Fundada en 2019, FTX evolucionó hasta convertirse en un mercado donde, además de las criptomonedas, los inversores minoristas podían negociar derivados de criptomonedas, instrumentos financieros complejos que se utilizan para hacer apuestas sobre los cambios de precios. La compañía también ofreció cuentas que prometían altos rendimientos. Durante una ronda de financiación en enero, se valoró en 32.000 millones de dólares. Mientras tanto, Bankman-Fried hizo donaciones a legisladores demócratas y cortejó a los reguladores mientras impulsaba regulaciones que habrían beneficiado en gran medida a su negocio.
Pero en noviembre, CoinDesk publicó un informe que mostraba que la firma comercial de Bankman-Fried, Alameda Investigate, tenía una gran cantidad de criptomonedas emitidas por FTX en sus libros. Días después, Zhao, el director ejecutivo de Binance, dijo que vendería aproximadamente $530 millones de la moneda, FTT. Se produjo el pánico y los precios de FTT se desplomaron, lo que provocó una corrida de inversores en FTX. El intercambio congeló los retiros y, poco después, se declaró en bancarrota.
La causa de la caída de FTX aún se está desenredando. Pero el Wall Street Journal informó que FTX prestó fondos de clientes a Alameda Exploration para financiar sus apuestas arriesgadas. En una entrevista en vivo de una hora la semana pasada con el columnista del New York Times Andrew Ross Sorkin, Bankman-Fried dijo que “no mezcló fondos a sabiendas”.
No obstante, los fiscales y los reguladores están investigando el colapso, y Bankman-Fried, junto con una lista de celebridades que respaldaron a FTX, se enfrenta a una demanda colectiva en Florida. Bankman-frito dijo el domingo que testificaría ante un panel de la Cámara una vez que «terminara de aprender y revisar lo que sucedió».
“Mira, metí la pata. Yo era el director ejecutivo de FTX”, dijo Bankman-Fried a Sorkin la semana pasada. “Digo esto una y otra vez. Eso significa que tenía una responsabilidad. Nos equivocamos mucho”.
Editado por Robbie Olivas DiMesio y Karly Domb Sadof.