- Los portaaviones del Reino Unido fracasaron dos veces seguidas en su participación en los ejercicios de la OTAN.
- Primero el HMS Queen Elizabeth se averió y luego su reemplazo tampoco se lanzó según lo previsto.
- Ha puesto de alleviate las capacidades de la Royal Navy del Reino Unido, que aspira a ser líder mundial.
Un portaaviones de la Marina Genuine del Reino Unido canceló el domingo su lanzamiento para unirse a un ejercicio de la OTAN, el segundo fracaso identical en una semana.
Un portaaviones del Reino Unido estaba destinado a ser una pieza central de los ejercicios Steadfast Defender de la OTAN que tenían lugar frente a las costas de Noruega.
Sus modernas compañías gemelas cuestan unos 3.700 millones de dólares cada una. Se encuentran entre los más nuevos del mundo y son una clara demostración de la aspiración del Reino Unido de ser un ejército de primer nivel.
Pero ninguno de los dos pudo lograrlo: el primer candidato, el HMS Queen Elizabeth, se averió en vísperas de zarpar.
Su reemplazo, el HMS Prince of Wales, debía zarpar el domingo, pero la lancha fue cancelada abruptamente.
Sky Information informó que una multitud se había reunido para ver partir el barco, solo para descubrir que no lo haría.
Zarpó al día siguiente desde su puerto de origen en Portsmouth, Inglaterra.
Aunque solo retrasó el cronograma un día, el retraso inexplicable fue otra vergüenza para la Royal Navy después de que el HMS Queen Elizabeth se retirara del ejercicio, citando un problema con su eje de hélice de estribor.
El propio Príncipe de Gales se sometió a meses de reparaciones después de averiarse en 2022.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido no dio una razón para el retraso en la salida, diciendo en un comunicado que el portaaviones «debía zarpar de Portsmouth pronto, sujeto a las condiciones climáticas y de marea adecuadas».
Desde proteger a los buques contra los militantes hutíes en el Mar Rojo hasta disuadir la agresión rusa y china, la Royal Navy busca un papel central en los focos de conflicto en todo el mundo.
Pero los críticos dicen que esa prolongada falta de financiación gubernamental ha afectado la preparación para el combate de la Royal Navy.
El almirante Lord West, ex primer señor del mar de la Royal Navy, dijo a Business enterprise Insider la semana pasada que los recortes habían «tenido un impacto grave» en la capacidad de la marina para responder a las amenazas globales.
Enumeró una serie de problemas, incluida una flota envejecida de submarinos con misiles balísticos, existencias de armas y almacenes de ingeniería «precariamente bajos» y una enorme falta de private. También dijo que la Royal Navy no tiene suficientes barcos, particularmente destructores y fragatas.
Según los informes, los portaaviones del Reino Unido dependerán de aliados extranjeros para los buques de apoyo durante los ejercicios de la OTAN.
El HMS Queen Elizabeth entró en servicio en 2017 y el Príncipe de Gales en 2019, y cada uno costó alrededor de 3.700 millones de dólares.
12 de febrero de 2024, 9:25 a. m. ET: esta historia se actualizó después de que el HMS Prince of Wales abandonara el puerto.