Incluso si no inviertes personalmente en criptomonedas, es probable que conozcas a alguien que sí lo haga. Pero está aumentando la preocupación por los enormes costos ambientales asociados con la moneda digital, lo que lleva a los expertos a preguntarse si está haciendo más daño que bien.
¿Lo que está sucediendo?
Cada vez que una persona realiza una transacción con criptomonedas, como comprar, intercambiar o vender monedas como Bitcoin y Ethereum, desencadena una cascada de procesos que consumen mucha energía llamados minería. Es decir, consiste en generar códigos de transacción, los cuales son necesarios para validar y aprobar cada transacción. Estos códigos son generados a escala por enormes bancos de computadoras que ejecutan programas, día tras día, en enormes instalaciones con aire acondicionado.
Todo esto significa que la industria de la criptografía consume mucha energía.
Un estudio, publicado en el Journal of Scientech Research and Development, dijo que la criptominería ha tenido «graves consecuencias ambientales» y está generando una «huella de carbono sustancial y amplias repercusiones ambientales».
El estudio reveló que en los últimos años, «la red minera de Bitcoin por sí sola ha consumido electricidad comparable a la de varios países importantes del mundo».
También señaló el impacto, debido al uso de suelo, HVAC y energía de sus instalaciones, en los recursos hídricos y la tierra.
¿Por qué es esto preocupante?
Muchas personas que compran y venden criptomonedas desconocen el enorme daño ambiental que causan con cada transacción. Incluso hay muchas monedas comercializadas específicamente para compradores conscientes del medio ambiente. Estas monedas utilizan un lavado verde en sus mensajes a pesar de que su crecimiento contribuye a una importante contaminación que calienta el planeta.
También existen grandes preocupaciones en torno a las inversiones realizadas y la contaminación generada indirectamente. Un informe del grupo sin fines de lucro Carbon Disclosure Project encontró que el sector financiero, además de generar su propia contaminación del aire, genera 700 veces más contaminación a partir de sus inversiones. Y con la creciente popularidad de las criptomonedas, muchos científicos están profundamente preocupados por el potencial futuro de contaminación que atrape calor en el sector.
¿Qué se está haciendo para abordar esto?
El estudio presentó posibles soluciones, aunque instó a los lectores a recordar que cada una tendrá sus propias dificultades.
Estas soluciones incluyen regular el uso de energía de la industria de manera más directa, hacer la transición de las instalaciones mineras a fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, y utilizar tecnologías mineras más eficientes.
También enfatizaron la necesidad de realizar más investigaciones para informar las políticas y la toma de decisiones.
Si invierte en criptomonedas, considere invertir una mayor parte de sus fondos en monedas neutras en carbono e infórmeselo a sus amigos, familiares y compañeros inversores para que puedan ser inversores informados.
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