Lisa Gordon tiene una palabra sobre cómo debemos sentirnos acerca de la obsesión de la población del Reino Unido con la criptografía: aterrorizada.
El presidente de Cavendish, un banco de inversión que se especializa en empresas más pequeñas, se refiere a los nueve millones de personas que han presentado sus ahorros en criptografía, una de las clases de activos de más rápido crecimiento del mundo, y una no regulada.
«Debería aterrorizar a todos que más de la mitad de los mayores de 45 años posean criptografía y sin acciones», dijo.
Gordon quiere que las personas pusieran sus ahorros en acciones, ya que esto no solo alentaría a más empresas a enumerar en la Bolsa de Londres a través de las ofertas públicas iniciales (OPI), sino también ayudar a impulsar la economía, ya que los accionistas apoyan el crecimiento de las empresas.
Que contrasta con la inversión criptográfica, que ella describió