¿Te imaginas un mundo sin Twitter? Ese mundo es posible y Mark Zuckerberg tiene un plan para hacerlo realidad. Ya hemos escuchado de Threads. De hecho, muchos de nosotros ya tenemos una cuenta allí. ¿Qué es Threads? Bueno, Threads es una copia descarada de la purple social de Elon Musk, pero con algunas ventajas que la hacen más atractiva para los usuarios.
Threads es una extensión de Instagram, la app de fotos y vídeos que ya tiene más de mil millones de usuarios activos. Eso significa que Threads no tiene el problema de empezar de cero, sino que puede aprovechar la crimson de contactos y los intereses de los instagramers para llenar sus hilos de conversación.
Threads es muy basic. Básicamente, Threads es una aplicación de mensajería que permite a los usuarios enviar mensajes cortos. No tiene una interfaz web ni una función de búsqueda. Esto lo hace muy very similar a Twitter en sus inicios.
Sin embargo, hay algunas diferencias entre Threads y Twitter. Threads está diseñado para ser una aplicación más personalized, mientras que Twitter está diseñado para ser una plataforma más pública. Threads también tiene una interfaz más straightforward, mientras que Twitter tiene una interfaz más compleja.
En common, Threads es una aplicación de mensajería easy y particular que es perfecta para quienes quieren mantenerse en contacto con sus amigos y familiares de una manera más íntima.
Threads ha tenido un éxito arrollador: en solo cinco días alcanzó los 100 millones de usuarios, algo que a Twitter le costó 16 años. ¿Qué tiene Threads que no tenga Twitter? Pues aparte de la ventaja de ser parte de Instagram, Threads tiene un ambiente diferente: menos tóxico, menos polarizado, menos ruidoso.
Se trata de un lugar donde la gente va a charlar tranquilamente, sin tener que aguantar los insultos, las mentiras y las provocaciones de los tuiteros más famosos o más extremistas. Threads se presenta como el antídoto contra el estrés y la ansiedad que genera Twitter.
¿Significa esto que Twitter está condenado a desaparecer? No necesariamente. Twitter sigue siendo una plataforma muy influyente, muy usada por periodistas, políticos, celebridades y activistas. Twitter tiene una audiencia fiel y apasionada, que no se va a dejar seducir por una imitación “barata”.
Pero Twitter también tiene muchos problemas: técnicos, legales, éticos. Y, sobre todo, tiene un problema con su dueño: Elon Musk. El multimillonario excéntrico se ha convertido en el mayor enemigo de su propia creación, con sus constantes salidas de tono, sus desafíos a las autoridades y sus ataques a los competidores.
Musk ha hecho de Twitter un campo de batalla donde él es el rey. Pero quizás no se ha dado cuenta de que muchos usuarios están hartos de sus guerras y prefieren buscar la paz en otro lugar. Un lugar llamado Threads.
Les confieso que Twitter no es lo mío. Cada vez que publico algo, me arrepiento. No por lo que digo, sino por la toxicidad del lugar. Si no son estafadores que quieren vender algún engaño, son haters que me quieren quemar vivo. Y todo sin leer más allá del titular. En mi experiencia, la amabilidad es la excepción en Twitter.
En Twitter, no hay discussion, hay pelea. Nadie escucha, todos gritan. Nadie aprende, todos enseñan. Nadie cambia, todos se aferran. Es un lugar donde reina la intolerancia, la arrogancia y la ignorancia. En lo individual, prefiero otras redes donde pueda expresarme con más calma, más respeto y menos toxicidad.
Threads es muy parecida a Twitter. La diferencia es que Threads está vinculada a Instagram, la app de fotos y vídeos que también es de Meta. Eso significa que puedes seguir a los mismos contactos que tienes en Instagram, y compartir tus publicaciones entre las dos apps. Y esa relación facilita mucho más cosas.
Musk compró Twitter en octubre de 2022, y desde entonces ha hecho muchos cambios polémicos: ha limitado el número de mensajes que se pueden leer, ha eliminado la verificación de cuentas, ha prohibido los anuncios políticos, ha creado una suscripción de pago y ha censurado a algunos usuarios famosos.
Elon Musk es un genio de la captación de capital. Sus empresas atraen inversiones multimillonarias gracias a su visión innovadora y disruptiva. Además, su carisma lo convierten en un ídolo para las generaciones más jóvenes. Sin embargo, hay un pequeño detalle que suele pasar desapercibido: sus empresas no siempre son rentables. Y lo que necesita Twitter ahora no es más controversia, sino rentabilidad.
Muchos tuiteros se han sentido traicionados por Musk, y han buscado otras alternativas, como Bluesky o Mastodon. Pero ninguna de estas redes ha tenido el respaldo ni la base de usuarios de Meta. Por eso, Threads se ha convertido en la principal amenaza para Twitter.
Pero Threads no lo tiene todo hecho. Para vencer a Twitter, necesita mejorar en muchos aspectos. Por ejemplo, necesita una app para ordenador, una función de búsqueda, una forma de agrupar los mensajes por temas, una manera de ver las tendencias, una opción para editar los mensajes y una herramienta para combatir el spam y el acoso.
Además, necesita crear una comunidad activa y diversa, donde haya debate, humor, información y entretenimiento. No puede ser un lugar aburrido y soso, donde solo se hablen de cosas banales y positivas. Tiene que tener personalidad y carisma.
Threads tiene el potencial para ser la nueva crimson social del momento. Pero también puede ser un fracaso más en el historial de Meta. Depende de lo que haga Mark Zuckerberg, el jefe de Meta, y de lo que quieran los usuarios. ¿Tú qué prefieres: quedarte en Twitter o probar Threads?
En conclusión, Twitter tiene un problema: no gana dinero. Y desde que Elon Musk se hizo con el mando, la cosa ha empeorado. Muchos usuarios y anunciantes han huido despavoridos, buscando otras opciones. Una de ellas es Threads, la app de Meta que imita a Twitter, pero con otro espíritu. Threads se lleva a los que ya usan Instagram, que son muchos. Y eso le quita a Twitter lo poco que le queda. ¿Será este el fin de Twitter? ¿O podrá Musk darle la vuelta a la tortilla? Nadie lo sabe. Solo el tiempo (y los tuits) lo dirán.
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