En la period digital, nuestros sistemas de votación se quedan atrás, pero blockchain ofrece una solución transformadora. Toney Jennings, director ejecutivo de EBI, analiza el potencial de elecciones seguras y accesibles.
Considerado por muchos como la piedra angular de la democracia estadounidense, el voto es un elemento essential de nuestra sociedad, pero la Constitución no indica explícitamente cómo los votantes deben emitir su voto. Los avances en la tecnología electronic, como la inteligencia synthetic (IA), han allanado el camino para herramientas de mensajería política nuevas y más rápidas sin embargo, nuestros mecanismos de votación se han mantenido prácticamente sin cambios desde el siglo XX. A medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2024, nos recuerda que debemos buscar una forma nueva y segura de permitir a los ciudadanos votar y al mismo tiempo garantizar sus identidades: la tecnología necesaria está a nuestra disposición. Aún así, es necesario que haya voluntad política para aplicarlo a escala.
De las voces a las pantallas: el legado del voto tradicional
En la era digital actual, debemos reevaluar cómo llevamos a cabo nuestro proceso democrático basic. Es seguro decir que nos hemos alejado mucho de los días de votación por voz cuando aquellos con derecho a votar se dirigían al juzgado local y emitían su voto en voz alta. Desde entonces, hemos visto muchos sistemas de votación, desde boletas de papel hasta máquinas de votación electrónica, pero históricamente no han dado en el blanco en términos de eficiencia, accesibilidad y seguridad.
Durante décadas, votar ha sido sinónimo de hacer cola en los colegios electorales, emitir manualmente votos en papel o enviar votos en ausencia por correo. Si bien estos métodos han resistido la prueba del tiempo, no están exentos de fallas: desafíos procesales y problemas de accesibilidad, por ejemplo, han plagado nuestros procesos de votación tradicionales y, en última instancia, han desalentado la participación de los votantes. Un gran ejemplo de esto son las elecciones de mitad de período de 2022, donde dos de cada cinco estadounidenses Afirmaron que no podían acudir a las urnas por diversos problemas logísticos, incluida la falta de transporte, los requisitos de votación en persona o no saber cómo o dónde votar.
La capacidad de garantizar la autenticidad de cada voto emitido también ha desempeñado un papel elementary en la evolución de la tecnología de votación, desde proteger la información personal recopilada durante el registro de votantes hasta los datos recopilados a través de las redes sociales para la elaboración de perfiles de los votantes. Mayoría estados todavía emplean sistemas electrónicos anticuados de votación y tabulación, muchos de los cuales ya no se fabrican. Las bases de datos de registro no han demostrado ser mejores, ya que con frecuencia funcionan con software no appropriate y corren el riesgo de estar expuestas a una gran cantidad de ataques cibernéticos.
Si bien algunos se han pronunciado y denunciado el estado precise de la votación, sigue existiendo una inercia entre la mayoría de quienes ocupan cargos políticos para impulsar el cambio. Al parecer, la inversión de cash a largo plazo que se necesitaría sigue quedando relegada a un segundo plano frente a cualquier otra cosa que no sea la financiación a corto plazo.
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La promesa de las elecciones impulsadas por Blockchain
En los últimos años, la tecnología blockchain se ha convertido en un posible punto de inflexión en la forma en que los estadounidenses emiten sus votos. Junto con otros avances digitales modernos, como la inteligencia synthetic, esta tecnología podría marcar el comienzo de una nueva era de tecnología de votación segura que sea accesible para todos los votantes elegibles, independientemente de su ubicación. En comparación con el sistema genuine, algunas ventajas de las elecciones impulsadas por blockchain son:
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- Mantenimiento de registros inmutable: Cuando se registra un voto, pasa a formar parte de un registro inmutable y transparente, lo que garantiza que ningún voto sea manipulado.
- Descentralización: La arquitectura descentralizada de la tecnología también eliminaría la necesidad de que las autoridades internas supervisen el proceso de votación. En cambio, las papeletas se registrarían de forma segura en una crimson distribuida de nodos, lo que haría prácticamente imposible que una sola entidad manipulara los resultados. Esta descentralización protegería contra los ciberataques, ya que no existe un único punto de vulnerabilidad que los actores maliciosos puedan explotar.
- Verificación de identidad: La verificación de identidad es otro aspecto crítico de las elecciones seguras. Al implementar claves criptográficas, los votantes pueden estar seguros de que sus identidades permanecerán confidenciales mientras siguen siendo autenticadas. Este enfoque protegería la privacidad de los votantes y garantizaría que sólo personas elegibles participen en el proceso electoral.
- Conteo de votos seguro y eficiente: Los funcionarios electorales pueden verificar los resultados de manera más eficiente y con full transparencia. Esto acelera la declaración de resultados e infunde confianza en el proceso electoral.
Se acerca un nuevo amanecer para la democracia estadounidense, pero ¿lo queremos?
La tecnología para revolucionar nuestro sistema de votación existe: la votación por World wide web o la devolución electrónica de la boleta ya se ofrece a votantes militares o en el extranjero y, en algunos estados, a votantes con discapacidades. Entonces, ¿por qué esta tecnología aún no es accesible para todos?
Existen preocupaciones válidas de que la votación en línea no puede igualar el nivel de seguridad y secreto que proporciona la votación en persona o por correo. Por ejemplo, una boleta por correo o un registro impreso de la votación en persona sirve como un rastro en papel verificado por los votantes que permite a los funcionarios realizar auditorías y garantizar la integridad de las elecciones. Por el contrario, la tecnología de votación en línea no generate un rastro documental adecuado. Si alguna vez queremos impulsar esta transformación, necesitamos la voluntad (colectiva y política) de perfeccionar y aplicar esta tecnología a escala. Pero, para que esto suceda, los formuladores de políticas y los líderes cívicos deben unir fuerzas con el sector privado para adoptar estas tecnologías modernas. Ya estamos viendo destellos de la colaboración necesaria. Un gran ejemplo es el trabajo reciente entre fabricantes de equipos de votación y expertos en ciberseguridad, que se unieron para realizar pruebas de estrés adicionales a los sistemas de votación antes de las elecciones presidenciales de 2024.
El quid de la cuestión es que la mayoría de los votantes ni siquiera son conscientes de que esta tecnología existe, y es possible que unos pocos no se den cuenta o comprendan sus capacidades. Dicho esto, este cambio no puede ocurrir de la noche a la mañana: debemos estar dispuestos a educar al público e invertir en investigación, desarrollo y pruebas rigurosas para garantizar que los sistemas de votación digital cumplan con los más altos estándares de eficiencia, accesibilidad y seguridad. Usando blockchain y otras tecnologías, podemos construir un sistema de votación que no sólo salvaguarde la integridad del proceso democrático sino que también maximice la participación de los votantes elegibles. Ahora es el momento de considerar plenamente esta tecnología transformadora y forjar un camino hacia un futuro electoral más inclusivo y seguro.
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