Según la SEC, todo lo que no sea Bitcoin es un valor y necesita registrarse como tal. Coinbase, la plataforma de criptomonedas, no se quedó de brazos cruzados y decidió ir a los tribunales para defender su derecho a ofrecer más de 260 criptomonedas a sus usuarios. En efecto, el CEO de Coinbase, Brian Armstrong, dijo que retirar de la lista todos los activos salvo Bitcoin habría significado el fin de la industria de las criptomonedas en EE.UU. Y eso no es bueno para nadie, ni siquiera para la SEC.
Mientras tanto, el precio de Bitcoin y otras criptomonedas importantes como Ethereum, BNB, XRP, Cardano, Dogecoin, Solana, Polygon, Tron y Litecoin se ha mantenido estancado desde abril. A pesar de que algunos gigantes de Wall Avenue han mostrado interés en entrar en el mercado y de que Ripple ha ganado una batalla authorized contra la SEC, los inversores siguen sin ver una dirección clara para el futuro.
¿Qué pasará con Bitcoin y las criptomonedas? ¿Logrará Coinbase defender su causa ante la SEC? ¿Veremos una nueva ola de innovación y adopción en el espacio cripto? Estas son algunas de las preguntas que nos hacemos todos los que seguimos este apasionante mundo. Lo único seguro es que no hay nada seguro.
Las personas que quieren invertir en criptomonedas, tienen que tener en cuenta muchos factores. No solo se trata de saber si Bitcoin sube o baja, o si Ethereum es mejor que Dogecoin. También hay que estar al tanto de lo que dicen los reguladores, esos señores que ponen las normas del juego y que pueden cambiarlas de un día para otro.
La incertidumbre regulatoria es una de las razones por las que muchos dudan en comprar criptomonedas en estos momentos. ¿Qué pasa si mañana la SEC dice que todo lo que no sea Bitcoin es ilegal? ¿O si el gobierno prohíbe el uso de las cripto? ¿O si te piden que pagues impuestos por tus ganancias?
Quizás a ti no te importe, porque eres un joven idealista que cree en la libertad y la descentralización. Pero a las grandes instituciones que manejan dinero ajeno y que tienen que cumplir con la ley, sí les importa. Y mucho. Por eso, antes de comprar, quieren tener las cosas claras.
¿Qué es un valor según la SEC? Pues es una pregunta muy difícil de responder, porque la SEC no tiene una definición clara y precisa de lo que es un valor. Lo que hace la SEC es aplicar una prueba llamada el test de Howey, que dice que un valor es cualquier contrato, transacción o esquema en el que una persona invierte dinero en una empresa común y espera obtener beneficios de los esfuerzos de otros. ¿Te parece confuso? Pues no eres el único.
Imagina que tienes una plan genial para crear una empresa que va a revolucionar el mundo. Pero hay un problema: no tienes dinero para ponerla en marcha. ¿Qué haces? Pues una opción es vender un instrumento financiero que se llama valor. Un valor es como un pedacito de tu empresa que le ofreces al público a cambio de dinero. Así, los inversores que compran tu valor se convierten en tus socios y esperan obtener beneficios de tu proyecto. Y tú, con el dinero que recaudas, puedes invertirlo en las actividades de tu empresa o simplemente gastártelo en lo que quieras. Eso sí, tienes que cumplir con unas normas y unos impuestos que te pone el gobierno. Porque si no, te puede caer una multa o una demanda de la SEC, que es la agencia que regula los valores en Estados Unidos.
¿Qué pasaría si un día te encuentras unas piedras muy bonitas en un terreno baldío y decides venderlas en el mercado? ¿Y si esas piedras se vuelven tan populares que se crea todo un mercado alrededor de ellas? ¿Serían esas piedras un valor? Pues probablemente no. Más bien serían una especie de coleccionable o una mercancía. Algo que tiene valor por sí mismo, pero que no depende de los esfuerzos de nadie más.
Pero no siempre es fácil distinguir entre un valor y otra cosa. A veces, la línea es muy fina y depende de la interpretación de cada uno. Y, sobre todo, de la interpretación de la SEC, que es la que manda en estas cosas. Porque si la SEC dice que algo es un valor, entonces lo es. Y si dice que no lo es, entonces no lo es. Así de straightforward. Y así de complicado.
Claro que, si tienes un exchange de criptomonedas, seguramente te encanta que las cripto no sean valores. Porque eso significa que puedes ganar millones de dólares sin tener que cumplir con tantas normas y regulaciones como las que tienen las bolsas de valores tradicionales. ¿Te imaginas tener que pedir permiso a la SEC para listar cada cripto que quieras ofrecer? ¿O tener que hacer un montón de papeleo para que tus clientes puedan abrir una cuenta y operar? ¿O tener que pagar impuestos por cada transacción que hagas?
Por eso, los exchanges de cripto se aprovechan de la falta de regulación para atraer a todo tipo de inversores, desde los pequeños ahorradores hasta las grandes instituciones. Así, pueden ofrecer una gran variedad de criptomonedas y servicios, y cobrar comisiones por cada compra y venta. Y todo eso, sin tener que rendir cuentas a nadie.
Ahora juguemos al abogado del diablo por un momento. La pregunta: ¿Qué tan difícil es crear una criptomoneda? Pues parece que no es tan difícil. Solo tienes que copiar un código libre, crear unos tokens, guardar la mayoría para ti, regalar algunos y vender el resto. Y todo eso, sin tener que hacer ningún papel, ni asumir ninguna responsabilidad, ni rendir cuentas a nadie.
Ahora bien, la regulación de las criptomonedas es un tema muy complejo y polémico. Por un lado, hay quienes defienden el libre mercado y la autonomía de los inversores. Por otro lado, hay quienes reclaman la protección de la SEC y la prevención de las estafas. ¿Quién tiene razón? Pues depende de cómo lo mires. Lo que está claro es que no podemos irnos a los extremos. Ni dejar que el salvaje oeste se apodere del mercado, ni poner tantas trabas que se ahogue la innovación. Hay que buscar un equilibrio entre libertad y seguridad, entre riesgo y beneficio, entre confianza y command.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Noticias Blockchain. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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Las inversiones en criptoactivos no están reguladas. Es posible que no sean apropiados para inversores minoristas y que se pierda el monto overall invertido. Los servicios o productos ofrecidos no están dirigidos ni son accesibles a inversores en España.