Las Naciones Unidas están investigando a grupos de hackers vinculados a la RPDC por orquestar ataques cibernéticos a empresas de criptomonedas, acumulando 3.000 millones de dólares en seis años para financiar el desarrollo de armas de destrucción masiva. Estos delitos cibernéticos, dirigidos a 58 empresas, ponen de alleviate una operación sofisticada que desafía las sanciones internacionales.
Las Naciones Unidas (ONU) están liderando actualmente una investigación sobre una serie de ataques cibernéticos orquestados por grupos vinculados a la República Well known Democrática de Corea (RPDC), dirigidos a empresas de criptomonedas durante un período de seis años. Según se informa, estas operaciones han generado aproximadamente 3 mil millones de dólares en ganancias, que se cree que apoyan los programas de desarrollo de armas de destrucción masiva (ADM) de Corea del Norte. La investigación, supervisada por un comité de sanciones independiente, ha identificado a 58 empresas relacionadas con criptomonedas como víctimas entre 2017 y 2023.
El objetivo principal de estos ciberataques ha sido eludir las sanciones internacionales y reforzar las capacidades de armas de destrucción masiva de Corea del Norte, incluido su arsenal nuclear. A pesar de enfrentar estrictas sanciones de la ONU destinadas a cortar la financiación de sus programas de armas de destrucción masiva, Corea del Norte ha logrado continuar con sus esfuerzos de desarrollo nuclear y de misiles. Las sanciones de la ONU, intensificadas a lo largo de los años desde su imposición inicial en 2006, han buscado frenar el acceso de Corea del Norte al sistema financiero internacional y restringir su capacidad para desarrollar y proliferar armas nucleares.
Análisis recientes realizados por empresas de inteligencia blockchain como Chainalysis han arrojado luz sobre la escala de las operaciones cibernéticas de la RPDC. Solo en 2023, los grupos de hackers vinculados a la RPDC fueron responsables de alrededor de mil millones de dólares en robo de criptomonedas a través de 20 ataques distintos, lo que indica un nivel de actividad significativo, aunque ligeramente reducido, en comparación con los 1.700 millones de dólares robados en 15 incidentes en 2022. A pesar de los avances en las medidas de ciberseguridad y el aumento cooperación internacional en el seguimiento y recuperación de fondos robados, los expertos predicen que las actividades cibercriminales de la RPDC seguirán representando una amenaza significativa. Se espera que estos grupos empleen metodologías de ataque avanzadas, lo que desafiará los esfuerzos globales para combatir el ciberdelito.
El próximo informe de la ONU, que se espera se publique en un futuro próximo, tiene como objetivo proporcionar una visión integral de estos ciberataques y sus implicaciones para la seguridad world y el sistema financiero internacional. Destacará los desafíos actuales que plantean las sofisticadas operaciones cibernéticas de la RPDC y la necesidad de esfuerzos internacionales concertados para mitigar su impacto.
El caso de los ciberataques de la RPDC a empresas de criptomonedas subraya la compleja interacción entre la ciberseguridad, las finanzas internacionales y los esfuerzos globales para prevenir la proliferación de armas de destrucción masiva. Refleja el creciente desafío de abordar las actividades cibernéticas patrocinadas por los Estados que no solo amenazan la seguridad de la economía digital sino que también tienen implicaciones más amplias para la paz y la seguridad internacionales.
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