Las acciones japonesas sufrieron su mayor pérdida diaria el lunes debido a que los temores sobre una desaceleración económica en Estados Unidos enviaron ondas de choque a los mercados globales.

El índice Nikkei 225 de las principales acciones de Tokio perdió unos asombrosos 4.451 puntos, su mayor caída en Historia. El índice cerró con una caída de más del 12%, con lo que sus pérdidas desde principios de julio ascienden al 25% y entra en territorio de mercado bajista.

Los temores de una desaceleración brusca de la economía estadounidense han aumentado las expectativas de que la Reserva Federal tenga que recortar los tipos de interés. El hecho de que el Banco de Japón (BOJ) haya elevado sus tipos de interés para contener la inflación está impulsando el valor del yen frente al dólar estadounidense y haciendo que las acciones japonesas, que dependen de las exportaciones, sean menos atractivas.

Al mismo tiempo, las acciones tecnológicas están siendo golpeadas por una combinación de ganancias mixtas y un creciente escepticismo entre algunos inversores sobre el revuelo en torno a la inteligencia artificial.

«La mayor amenaza para la estabilidad del mercado no es lo que hace el mercado (de divisas), sino lo que hacen las acciones estadounidenses, en particular las tecnológicas. El repunte fue enorme, las valoraciones fueron exageradas y el gusto de Warren Buffet por el efectivo está acaparando los titulares nuevamente», escribió el estratega de Société Générale Kit Juckes en una nota el lunes.

En Japón y Corea del Sur, las transacciones se detuvieron durante breves períodos debido a que los disyuntores diseñados para evitar ventas de pánico se activaron varias veces.

“(El día de hoy) fue implacable”, dijo Newman. “Fue inusual porque no hubo un rebote al final del día, lo que normalmente se vería debido a las coberturas de posiciones cortas”, agregó. Eso es cuando los operadores recompran acciones que han tomado prestadas para vender.

La volatilidad se extendió a otros mercados de Asia y Europa, y los futuros de las acciones estadounidenses cayeron bruscamente durante la noche. Los futuros del Nasdaq cayeron un 4%. Los futuros del Dow y los futuros del S&P 500 cayeron un 1,5% y un 2,3% respectivamente.

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