El texto del reglamento sobre la información que acompaña a la transferencia de criptofondos, la llamada Regla de viaje, ha sido aprobado recientemente por el Parlamento Europeo.

Esto incluirá criptoactivos (Reglamento de Transferencia de Fondos).

La medida forma parte del paquete antilavado de dinero de la UE y, junto con el reglamento sobre criptoactivos (MiCA), pretende completar el marco regulatorio aplicable a los servicios relacionados con las criptomonedas.

La regulación tiene como objetivo garantizar que la transferencia de criptoactivos pueda rastrearse y, por lo tanto, los operadores puedan bloquear las transacciones sospechosas, reduciendo así el riesgo de lavado de dinero o financiamiento del terrorismo.

Para lograr este objetivo, el acuerdo prevé la extensión de la llamada regla de viaje a las transacciones de criptoactivos.

¿Qué es la llamada regla de viaje y qué tiene que ver con las criptomonedas?

La Journey Rule es una medida aplicada en el sector bancario y financiero, según la cual la información sobre el originador y el beneficiario debe incluirse en los datos que acompañan a la transferencia (dinero) y debe ser conservada por ambas partes de la transacción.

Como resultado, los proveedores de servicios de criptoactivos (CASP) deberán proporcionar dicha información sobre el originador y el beneficiario a las autoridades pertinentes.

Consecuencias para los operadores criptográficos

La aplicación de la llamada regla de viaje exige que los criptooperadores verifiquen el origen de los fondos en todas las transacciones en las que participen, independientemente del valor de la transacción.

Esto significa, por ejemplo, que cuando un usuario realiza una transacción utilizando una billetera mantenida en un intercambio, el operador debe transferir cierta información sobre la identidad del ejecutor, incluida la dirección de su billetera en la cadena de bloques.

A su vez, la central receptora está obligada a verificar que toda la información exigida por el reglamento se transfiera correctamente. Esto es para determinar el origen de los fondos y evaluar si se pueden aplicar medidas restrictivas y/u otras medidas contra el lavado de dinero y/o contra el terrorismo.

Las nuevas reglas también se aplican a los mercados de tokens no fungibles, pero solo si dichos NFT califican como criptoactivos según MiCA.

Además, una innovación importante se refiere a las billeteras no alojadas, es decir, billeteras cuyas claves privadas están en manos de los propios propietarios, cuando interactúan con billeteras alojadas por un operador criptográfico.

Cuando un cliente del operador criptográfico recibe una cantidad de activos criptográficos de una billetera no alojada, el operador criptográfico debe obtener información sobre la identidad del ejecutor.

Además, si la cantidad transferida es de 1.000 euros o más, el operador debe verificar la identidad authentic de la persona que controla la billetera.

Por otro lado, la aplicación de esta regla queda excluida cuando la transferencia de criptoactivos se realiza entre dos personas sin la participación de un criptooperador autorizado (por ejemplo, en el caso de que dos personas se envíen bitcoins entre sí a través de sus monederos).

¿Cuáles son los siguientes pasos?

La adopción del Reglamento impone importantes obligaciones a los criptooperadores, que complementarán las establecidas en el Reglamento MiCA adoptado al mismo tiempo por el Parlamento Europeo.

Por lo tanto, las dos regulaciones se complementarán para definir el conjunto de reglas más amplio posible para las actividades de los operadores criptográficos.

En concreto, MiCA creará, entre otras cosas, un registro de operadores que no cumplan con la normativa europea y con los que los operadores europeos no podrán interactuar.


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