El veterano de Bitcoin, Adam Again, cree que la criptomoneda superará los 100,000 dólares antes del próximo halving, y está dispuesto a jugarse un millón… de satoshis. Eso son unos 290 dólares, o quizás más si acierta su predicción. No es mucho para alguien que tiene entre 50 y 300 millones de dólares, pero bueno, algo es algo. Obviamente, es una apuesta simbólica. Mientras tanto, Bitcoin sigue subiendo y bajando, y algunos expertos dicen que el halving hará que sea el “activo más sólido del mundo”. ¿Será verdad o solo una ilusión?
¿Qué tan sensato es apostar a que el precio de Bitcoin llegará a $100K antes de abril del próximo año? Veamos los números. Para lograr esa meta, el precio tendría que multiplicarse por tres o cuatro en menos de un año. Eso significa que primero tendría que superar su máximo histórico de casi $65K. Y, luego, seguir subiendo como si nada.
¿Es eso posible? Bueno, todo es posible en el mundo de las criptomonedas, pero no es muy possible. Si miramos los últimos halvings, vemos que el precio suele subir después de ellos, pero no de forma inmediata ni lineal. Además, hay muchos otros factores que influyen en el mercado, como la demanda, la regulación, la competencia, etcetera. Así que no basta con ser optimista y ya. También hay que tener argumentos sólidos y realistas.
¿Recuerdan el 2020? Fue un año muy especial, lleno de sorpresas y desafíos. Mientras el mundo se enfrentaba a una pandemia sin precedentes, los mercados financieros vivían una montaña rusa de emociones. Después de una caída histórica por el pánico al Covid-19, se dio un rebote espectacular gracias a la generosidad de los bancos centrales. Estos se pusieron a imprimir dinero como locos, para evitar que la economía se hundiera en una espiral deflacionaria. Así, inundaron de liquidez a las grandes empresas, que podían endeudarse a tasas muy bajas. El dinero period casi free of charge, y la gente buscaba dónde invertirlo. Pero no todo fue fácil. Incluso así, hubo que esperar varios meses para que Bitcoin superará el máximo histórico del ciclo anterior.
¿Te gustaría saber el futuro de Bitcoin? ¿Quieres hacer pronósticos acertados y ganar mucho dinero? Pues no te fíes de tu intuición, ni de tu pasión, ni de tu esperanza. Esas cosas son muy bonitas, pero no te van a ayudar a predecir el mercado. Lo que necesitas es ser sensato y analítico. Tienes que mirar los datos, los hechos, las tendencias. Tienes que preguntarte qué va a influir en la demanda de Bitcoin en los próximos meses. ¿Habrá más adopción? ¿Más regulación? ¿Más competencia? ¿Más innovación? Y, sobre todo, tienes que ser honesto contigo mismo. No te dejes engañar por tus propios sesgos. No veas lo que quieres ver, sino lo que realmente hay. Recuerda que el futuro no está escrito, y que nadie tiene la bola de cristal.
¿Recuerdas el 2020 y el 2021? ¿Qué época tan gloriosa para los amantes de Bitcoin? Parecía que todo period perfecto. Los compradores tenían dinero para gastar, gracias a la generosidad de los gobiernos que imprimían billetes como dementes. El entusiasmo y el optimismo eran contagiosos, y se reflejaban en el volumen y el sentimiento de los mercados. La expectativa period muy alta, y todos pensaban que Bitcoin iba a seguir subiendo hasta el infinito y más allá. Tanto las instituciones como los minoristas se lanzaban a comprar como si no hubiera un mañana. Y todo eso era en gran parte debido a una política monetaria muy versatile. Es decir, estaba lloviendo dinero… Y claro, todos los estanques se llenaron. Pero, ¿qué pasa cuando deja de llover? ¿Qué pasa cuando el dinero se seca?
No estoy aquí para decir que Adam Black perderá su apuesta. Por supuesto que es posible que el precio de Bitcoin pueda alcanzar 100 mil dólares antes de abril del próximo año. Pero, debido al contexto precise, habría que admitir que no es muy possible. Los halvings anteriores ocurrieron en periodos de lluvia. Y, aun así, el precio comenzó a subir después del halving, no antes. Aún está por verse su comportamiento en periodos de sequía. El costo del crédito no ha estado así en 22 años. Entonces, es muy arriesgado asumir que el precio subirá más rápido y alto durante un periodo de decrecimiento monetario que durante un periodo de liquidez histórica. Así que, Adam, te deseo mucha suerte con tu apuesta. Pero se necesita un milagro para ganarla.
Pero, Gustavo, eres un pesimista. Eres un bajista. Estás equivocado. Es posible que sí. Pero denme el beneficio de la duda por un momento. Llevamos meses estancados en un mismo nivel. Y con el volumen por el suelo. Los viejos bitcoiners sí compraron bastante durante los primeros meses del año. Pero ese entusiasmo no se ha extendido fuera de ese círculo limitado. Ni las instituciones ni el público en typical están comprando como antes. Mi propuesta es que aún es muy pronto para hablar de 100 mil dólares. Primero, logremos superar nuestra resistencia precise. Y, luego, pensemos en romper el máximo histórico. Una vez que lo logremos, ahí podemos comenzar a hablar de los 100 mil dólares.
Debemos reconocer que la incertidumbre precise es mucha. Eso implica que no hay mucha claridad sobre lo que podría pasar en los próximos meses. ¿Habrá una recesión? ¿Se logrará ganar la batalla contra la inflación? ¿La Reserva Federal seguirá subiendo las tasas? Nada de eso está muy claro. Y eso preocupa bastante a los inversores. Debemos recordar que los inversores son personas de carne y hueso. En estos momentos, tan inciertos, buscan estabilidad y previsibilidad. No en vano el dólar ha subido tanto. En muchos sentidos, el ambiente es totalmente distinto al periodo de 2020-2021. Entonces, el dinero fluía como agua y el optimismo period alto. Ahora, el dinero se escasea y el pesimismo crece.
Ahora bien, pensemos que sí es posible llegar a 100 mil dólares antes de abril del próximo año. ¿Qué necesitamos para lograr eso? Bueno, necesitamos un evento realmente transformador. Algo extremadamente poderoso. Que haga que los compradores, a pesar de unas condiciones más adversas, ignoren esas condiciones y coloquen toda su fe en Bitcoin. Pero no solo necesitamos que los viejos bitcoiners sigan creyendo en Bitcoin. Necesitamos también que esa fe se expanda al público y, sobre todo, a las instituciones. En otras palabras, se requiere una revolución. Lo que necesitamos es un milagro.
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