Bitcoin parece tambalearse mientras el gobierno de EE. UU. se prepara para subastar 69.370 bitcoins incautados en el mercado de la Ruta de la Seda.

El mercado de las criptomonedas se tambalea al borde de una posible recesión a medida que el gobierno de EE. UU. supera los últimos obstáculos legales para subastar 69.370 bitcoins incautados del desaparecido mercado de la Ruta de la Seda.

Esta enorme reserva, valorada en aproximadamente 4.400 millones de dólares a precios actuales, podría inundar el mercado y provocar una caída significativa en el valor de Bitcoin, advierten los analistas.

Fuente: BNC Índice líquido de Bitcoin

Bitcoin cayó brevemente por debajo de los 60.000 dólares el jueves después de que se publicaran datos deficientes de inflación en EE. UU. Los datos de inflación han reducido las expectativas de nuevos recortes de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. Si bien la Reserva Federal sorprendió a los mercados en septiembre al recortar las tasas en 50 puntos básicos (más que los 25 esperados), los recientes datos de inflación y empleo han enfriado las esperanzas de otro gran recorte en noviembre.

Sin embargo, la caída por debajo de los 60.000 dólares duró poco, ya que Bitcoin se recuperó rápidamente y ya volvió a los 62.815 dólares.

La ruta de la seda

Los Bitcoins en cuestión fueron confiscados en 2013 luego de que el FBI desmantelara Silk Road, un notorio mercado negro en línea utilizado para el comercio ilegal de drogas, armas y otros bienes ilícitos. Ross Ulbricht, el cerebro detrás de Silk Road, fue posteriormente declarado culpable y sentenciado a cadena perpetua. Sin embargo, el destino de los bitcoins incautados permaneció ligado a batallas legales hasta hace poco.

La del Tribunal Supremo decisión reciente de no escuchar una apelación con respecto a la propiedad de los bitcoins allana el camino para que el Servicio de Alguaciles de EE. UU. proceda con la venta. Esto se produce inmediatamente después de la reciente venta en Alemania de más de 2 mil millones de dólares en Bitcoin, lo que genera preocupación sobre el impacto potencial de una afluencia tan grande de criptomonedas en el mercado.

Los expertos creen que una venta repentina y a gran escala podría desencadenar una ola de ventas de pánico, lo que haría bajar significativamente el precio de Bitcoin. Ryan Lee, analista jefe de Bitget Research, explica que «las ventas de bitcoins a gran escala como esta a menudo provocan fluctuaciones en el mercado». El impacto psicológico en los inversores, que pueden anticipar nuevas caídas de precios, podría exacerbar la situación, lo que podría provocar un efecto en cascada en todo el mercado de las criptomonedas.

El impacto de la venta podría extenderse más allá del precio de Bitcoin. Una mayor volatilidad podría disuadir a los inversores institucionales, que se sienten cada vez más atraídos por las criptomonedas pero siguen siendo cautelosos ante sus riesgos inherentes. Una fuerte caída en el valor de Bitcoin también podría afectar negativamente al floreciente ecosistema DeFi (finanzas descentralizadas), que depende en gran medida de Bitcoin como garantía para préstamos y otros productos financieros.

Si bien algunos argumentan que el mercado, con su creciente presencia institucional, podría absorber la venta sin una caída importante, persisten las preocupaciones sobre el enfoque del gobierno estadounidense. El analista de BRN Valentin Fournier señala la apresurada venta de Alemania, que resultó en precios por debajo del mercado, como una advertencia. «Para evitar un resultado similar, el gobierno podría optar por vender gradualmente o incluso conservar las participaciones», sugiere Fournier.

Sin embargo, dado que el gobierno de EE. UU. ya está transfiriendo grandes cantidades de Bitcoin a varios intercambios, parece poco probable un enfoque gradual. Esto ha alimentado la especulación de que la venta podría ser inminente, lo que se suma a la sensación de malestar prevaleciente dentro de la comunidad criptográfica.

La incertidumbre que rodea el momento y el método de la venta contribuye aún más a la ansiedad del mercado. Los inversores deben especular sobre las intenciones del gobierno, lo que genera una mayor volatilidad y un comportamiento potencialmente irracional del mercado.

Si bien el impacto a largo plazo de la venta sigue siendo incierto, las perspectivas a corto plazo parecen sombrías. La posibilidad de una caída significativa de los precios es real y los inversores se están preparando para un período de mayor volatilidad. Queda por ver si el mercado podrá capear esta tormenta y recuperarse rápidamente, pero la inminente venta de bitcoins de la Ruta de la Seda es sin duda una prueba importante para la resistencia del mercado de las criptomonedas.

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