Cuando la Reserva Federal aumentó las tasas de interés durante 2017-2018 y desde fines de 2021 en adelante, Bitcoin experimentó una mayor volatilidad y presión a la baja. Esto se debe a que las tasas de interés más altas reducen la liquidez y encarecen los préstamos, lo que disminuye el atractivo de activos más riesgosos como las criptomonedas. Los inversores se inclinan por activos más seguros y generadores de ingresos, como los bonos o los rendimientos del Tesoro, que se benefician de tasas más altas. En consecuencia, la demanda de Bitcoin disminuyó durante estos períodos, lo que provocó correcciones de precios, como se refleja en el gráfico durante las subidas de tasas.

Por otro lado, cuando la Reserva Federal recorta los tipos de interés, especialmente durante las recesiones económicas, los precios de Bitcoin suben. El gráfico destaca este patrón durante la pandemia de COVID-19 en 2020, cuando la Reserva Federal redujo los tipos a casi cero. Durante este tiempo, Bitcoin experimentó un aumento de precios sin precedentes, ya que los inversores buscaron reservas de valor alternativas en medio de un dólar estadounidense debilitado y crecientes preocupaciones inflacionarias. El aumento de la liquidez en el sistema financiero y los bajos rendimientos en los mercados tradicionales impulsaron la demanda de Bitcoin, que se considera una cobertura contra la inflación o una defensa contra la devaluación de la moneda fiduciaria.

Además, el gráfico también muestra las agresivas subidas de tipos de la Reserva Federal a finales de 2021, con un fuerte aumento del tipo de interés efectivo. Al mismo tiempo, los precios de Bitcoin muestran un descenso desde sus respectivos máximos. Esta relación inversa sugiere que Bitcoin prospera en entornos de tipos de interés bajos donde la liquidez es abundante, mientras que los tipos de interés más altos tienden a suprimir el impulso de su precio a medida que los inversores buscan rendimientos más estables en los mercados tradicionales.

En general, la explicación indica que el precio de Bitcoin es muy sensible a los cambios en la política macroeconómica. Las tasas más bajas tienden a impulsar los repuntes del precio de Bitcoin, como se observó durante la pandemia, mientras que las tasas más altas ejercen una presión a la baja, como se vio durante las subidas de las tasas. A medida que Bitcoin continúa evolucionando como una clase de activo especulativo y una reserva de valor alternativa, los movimientos de su precio seguirán estrechamente ligados a las políticas de los bancos centrales, especialmente las que influyen en las expectativas de liquidez e inflación.

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