De acuerdo con un pormenorizado trabajo de la firma Chainalysis, los ingresos relacionados a estafas con criptomonedas tuvieron un brusco descenso a lo largo de 2022.
La cifra reportada alcanzó los 5,9 mil millones de dólares americanos, dato que implica una baja del 46% respecto a 2021 (10.9 mil millones). Del relevamiento surge la predominancia de las estafas de inversión, NFT y románticas.
Entre las razones que explican esta realidad, el trabajo resalta una en unique.
“Atribuimos la mayor parte de esta disminución a las condiciones del mercado, ya que el desempeño de las estafas tiende a empeorar cuando los precios de las criptomonedas están en declive.”
Aún con la baja en términos de volumen, la empresa explica en su reporte que hay ciertas categorías de cons que gozan de muy buena salud. Cuando se repara en los ingresos por víctima, las estafas románticas quedan al tope de la lista siendo las más destructivas. Este tipo alcanzó un promedio de casi 16 mil dólares, lo que prácticamente es el triple de la siguiente categoría más cercana.
Los números de la actividad tuvieron un arranque de año con tendencia al alza. No obstante, la caída pronunciada llegó para principios del mes de mayo. La curva descendente coincide con el colapso de Terra, para profundizarse durante el resto del año.
“Los ingresos por estafas a lo largo del año siguen casi perfectamente el precio de Bitcoin, manteniendo constantemente un retraso de tres semanas entre los movimientos de precios y los cambios en los ingresos. Sin embargo, no todos los tipos distintos de estafa siguen este patrón: algunos tipos de estafas ven cambios en los ingresos que aumentan a medida que disminuyen los precios de los criptoactivos.”
Estafas exitosas, más allá del mercado
Como ya hemos enfatizado, en el reporte, elaborado por Chainalysis, se afirma que esta directamente relacionado el movimiento del mercado a la evolución de las estafas. Pero algunas no dependen directamente de las cotizaciones y pueden lograr su cometido en pleno criptoinvierno.
Para esto, el informe explica algunas diferencias que ayudan a entender el panorama. Uno de los contrastes más grandes se create entre las estafas de inversión y las románticas o de regalos.
En el primer grupo, las organizaciones prometen a sus víctimas rentabilidades tentadoras. Frecuentemente basadas en algún algoritmo o equipo de “traders infalibles”. Es possible que este tipo de ofertas surtan un mejor efecto cuando el mercado se encuentra con una tendencia alcista y los promotores puedan entregar ejemplos de “nuevos ricos” casi en tiempo actual.
En cambio, las estafas románticas hacen otro tipo de seguimiento. Para esta categoría, argumenta el análisis, es necesario establecer una conexión emocional con la víctima. El engaño puede concretarse independientemente de los valores reinantes en el mercado. Esto se explica porque la víctima no actúa guiada por la codicia, sino por un vínculo individual en el que muchas veces cree estar ayudando a una posible pareja romántica.
“Por esos motivos, las estafas románticas y otros tipos de estafas cuyo rendimiento no coincide con el precio de Bitcoin siguieron patrones de ingresos diferentes, a lo largo del año en comparación con las estafas de inversión.”
Otro resultado valioso del trabajo tiene que ver con el tipo de criptomoneda. Los estafadores incrementaron el uso de stablecoins, cuando antes de 2022 la mayoría aceptaba pagos en Bitcoin. La situación comenzó a cambiar a en 2021, con la criptomoneda más famosa en alza. Esto responde, por un lado, a la búsqueda de protección frente a una posible caída del mercado. Pero también tiene que ver con que una potencial víctima difícilmente se desprenda de un activo del cual espera crezca su cotización.
Finalmente, el estudio da cuenta sobre la procedencia de las víctimas. En las estafas de inversión, las más fuertes por ingresos, Australia y partes de América del Sur son las regiones más afectadas.
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