La descentralización es la base de la tecnología blockchain y promete una alternativa más resiliente y resistente a la censura que los sistemas centralizados. Pero, ¿están los protocolos líderes de la industria tan descentralizados como dicen estar?

La descentralización se puede medir en múltiples dimensiones. A primera vista, la cantidad de entidades que participan en el proceso de validación o minería de bloques de una red es una de las métricas más simples y aparentes. Sin embargo, otros factores también contribuyen al aumento o la erosión de la descentralización:

  • Instalaciones de alojamiento: El lugar donde se alojan los nodos afecta directamente quién los controla. Si miles de entidades alojan nodos en instalaciones controladas por una o pocas entidades, se pone en riesgo la red. Por ejemplo, Hetzner cerró unilateralmente el 40% de los validadores de Solana en 2022.
  • Jurisdicción: La ubicación geográfica es relevante porque proporciona diversificación del riesgo relacionado con acciones regulatorias desfavorables o impredecibles.
  • Software de cliente: Una cadena de bloques con nodos que se ejecutan en un único software de cliente tiene un mayor riesgo de sufrir errores y vulnerabilidades que aquellos con un solo código.

La siguiente tabla compara el grado de descentralización de los protocolos líderes utilizando estas dimensiones:

Validadores # gráfico requerido

Fuente: Informe de descentralización de Solana, Ethernodes Ubicación geográfica de los nodos ETH, Tron Nodes, Polkawatch

La descentralización tiene un costo: cuanto mayor es la distancia entre pares, mayor es la latencia. La latencia es crucial para que los validadores completen las tareas asignadas en un período de tiempo razonable. No cumplir con estos plazos se traduce en la pérdida de recompensas para los validadores, lo que aumenta el incentivo para ubicarse cerca de grupos más grandes de pares, aumentando así la centralización. Cuanto mayor sea el tamaño del bloque o más corta sea su duración, mayores serán los incentivos para la centralización.

En otras palabras, muchos protocolos penalizan indirectamente la descentralización al disminuir las recompensas de quienes se atreven a desplegar infraestructura en territorios donde nadie más lo está haciendo. Los pioneros soportan la carga de la resiliencia de blockchain sin otro incentivo que hacer lo que hay que hacer, donde hay que hacerlo.

Son pocos los protocolos que proporcionan algún tipo de incentivos predecibles y explícitos a nivel de protocolo (por ejemplo, mayor prioridad al proponer bloques, mayor participación en recompensas de emisión) para impulsar la descentralización de la red. En la mayoría de los casos, los incentivos se gestionan como subvenciones arbitrarias o delegaciones de las fundaciones del protocolo a participantes específicos de la red caso por caso.

Si la descentralización sigue siendo la piedra angular del espíritu de blockchain, la industria debe actuar en consecuencia. Los protocolos deben adoptar mecanismos que incentiven a los nodos a operar en diversas jurisdicciones, alojarse en instalaciones independientes y utilizar software de cliente variado (si está disponible). Sin tales incentivos, la atracción natural de la eficiencia económica impulsará la centralización, amenazando la propia promesa de blockchain: la resistencia a la censura.

El futuro de blockchain depende de redes diseñadas para permanecer descentralizadas, no por accidente o por buena voluntad, sino por diseño.

Asegurémonos de que la descentralización no sea sólo una aspiración y que sea una realidad mensurable e incentivada.

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