En una period de rápidos avances tecnológicos, el escenario está preparado para una revolución electronic que podría cambiar por completo la forma en que funcionan las elecciones.

Durante siglos, las papeletas de voto han sido la norma. Esto es muy diferente del crecimiento explosivo de Net y la comunicación electronic en las últimas décadas. Sin embargo, a medida que la democracia alcanza un punto de inflexión crítico, los gobiernos deben encontrar sistemas de votación nuevos y seguros para garantizar su supervivencia.

¿Qué es la tecnología Blockchain?

Una cadena de bloques es un libro de contabilidad electronic descentralizado, un registro público de transacciones que almacena datos en bloques secuenciales en lugar de un único repositorio.

Cada bloque es validado y almacenado por una purple de computadoras llamadas «nodos». Think about un diario electrónico donde cada entrada se verifica y se guarda con sellos criptográficos. Un tapiz de transacciones cronológico y a prueba de manipulaciones.

Si bien la sociedad adopta las compras en línea, las redes sociales y las finanzas digitales, los sistemas de votación siguen sorprendentemente obsoletos. ¿Podría la tecnología blockchain, la fuerza innovadora detrás de las criptomonedas como Bitcoin, prometer a los votantes seguridad, transparencia y un boleto digital de acceso total a la cabina de votación?

Afuera con lo viejo

En muchos aspectos de la vida, existen controles y contrapesos estrictos para garantizar la rendición de cuentas. Desde auditorías de empresas hasta formularios de impuestos, se examina cada detalle para evitar errores. Pero cuando se trata de votar, un proceso que influye directamente en toda una nación, a menudo falta transparencia. Una vez que se cuentan los votos y se declaran los resultados, verificar el resultado es muy difícil. Los recuentos son complicados y están ligados a procedimientos legales que dejan a los votantes con una comprensión limitada del proceso democrático.

Al adoptar soluciones modernas, algunos países, como Estonia, han introducido el voto electrónico junto con las papeletas de voto. Su enfoque pionero de las elecciones en línea demuestra el potencial de las nuevas tecnologías para resolver los desafíos de los sistemas electorales tradicionales. Evitando largas colas, los ciudadanos estonios pueden votar cómodamente desde una computadora utilizando sus tarjetas de identificación y códigos PIN por seguridad. En las elecciones parlamentarias de 2023, un récord del 51% de los votos se emitieron en línea.

Las sólidas medidas de ciberseguridad y la infraestructura de identidad digital de Estonia han demostrado cómo la tecnología puede mejorar la participación política. Sin embargo, si bien el voto electrónico ha acelerado el recuento de votos y la toma de decisiones, no soluciona la falta de confianza del público en la autoridad electoral.

El futuro de la votación blockchain

La tecnología Blockchain podría cambiar el juego por completo al distribuir la autoridad de validación entre múltiples entidades. Cada bloque de la cadena tiene un registro y cambiar un bloque significa cambiar toda la red.

Los contratos inteligentes de Blockchain garantizan que solo los votantes elegibles puedan participar, lo que hace que los resultados sean más creíbles. Un contrato inteligente es como un portero digital para votar, que verifica si hay tokens de identidad válidos antes de permitir que las personas voten. Al garantizar que se cumplan ciertas condiciones, se agrega una capa adicional de seguridad a las elecciones, evitando el fraude electoral.

Los contratos inteligentes también automatizan diversas tareas electorales, ofreciendo soluciones a posibles oportunidades de manipulación. Al eliminar los puntos de contacto humanos en el recuento, manejo y entrega de votos, se resuelven problemas como la pérdida o demora de las papeletas en tránsito.

Emitir los votos digitales

En 2018, Voatz, una aplicación basada en blockchain, causó revuelo al realizar un piloto durante varias elecciones federales de EE. UU., dirigido a votantes ausentes. A pesar de su potencial, en 2020, los investigadores del MIT identificaron importantes problemas de seguridad del sistema después de un examen en profundidad de la aplicación. Revelaron el riesgo de que los piratas informáticos obtengan acceso a datos privados y manipulen las boletas en los dispositivos de los votantes antes de que sean registradas en la cadena de bloques. Estos hallazgos cuestionaron la transparencia de la aplicación y arrojaron dudas sobre la integridad del proceso electoral.

Para evitar esa manipulación, se necesitan medidas de seguridad sólidas (y costosas), como protocolos criptográficos, para mantener la confidencialidad del sistema de votación. Sin embargo, en septiembre de 2022, la aplicación celebró su éxito número 100 en Ontario para las elecciones municipales locales. Originalmente destinado al personal militar, Voatz ha hecho que la votación móvil con reconocimiento facial sea accesible también para votantes discapacitados y extranjeros.

Transparencia sin comprometer la privacidad

Una vez que se registra un voto, no se puede cambiar. Todas las transacciones se registran en un libro de contabilidad público, lo que permite que todos vean cada voto emitido. Pero en la transición a la democracia digital, proteger la privacidad de los votantes mediante el command de los niveles de visibilidad de los datos es de suma importancia.

La tecnología Blockchain logra un equilibrio entre transparencia y privacidad, brindando acceso público a los datos y al mismo tiempo protege el anonimato unique. Es como un espejo unidireccional Las estadísticas generales están a la vista del público, pero la información confidencial de los votantes solo puede ser vista por funcionarios autorizados.

Sin embargo, acontecimientos pasados ​​han generado preocupaciones sobre la seguridad de los sistemas de votación blockchain. En el período previo a las elecciones a la Duma de la ciudad de Moscú en 2020, el investigador francés Pierrick Gaudry violó el cifrado de contrato inteligente basado en Ethereum en solo 20 minutos con una computadora de escritorio promedio. A pesar de ocurrir antes de las elecciones y sin fugas de datos, este tipo de eventos subrayan la necesidad de garantizar la seguridad y confidencialidad de estos sistemas.

Sin solución rápida

Si bien la tecnología blockchain es indudablemente prometedora, tiene sus limitaciones. No puede abordar todas las formas de fraude electoral. Aunque las transacciones de blockchain son inmutables, no hay garantía de que los dispositivos infectados con malware sean inmunes a que los piratas informáticos intercepten los votos antes de emitirlos.

Quitar los colegios electorales seguros podría incluso conducir a la coerción de los votantes al quitarles la privacidad de una cabina de votación física. La compra de votos depende de tener pruebas de que el voto fue emitido por un candidato específico, lo que pone a los votantes en riesgo de coerción. Por lo tanto, en un entorno democrático abierto y transparente, los votantes podrían enfrentar presiones injustificadas, que podrían comprometer la integridad de las elecciones.

Como muchos aún no están familiarizados con la tecnología blockchain, naturalmente surgirán preocupaciones sobre su confiabilidad y seguridad. Por lo tanto, es esencial encontrar formas de generar confianza pública en estos nuevos sistemas. Para cerrar la brecha de habilidades digitales, la inversión gubernamental en educación es vital. Sin embargo, esperar una adopción generalizada de la votación impulsada por la tecnología, especialmente entre los votantes de mayor edad, podría no ser realista.

Si bien la votación basada en blockchain tiene un gran potencial, al igual que los avances del pasado, necesita tiempo para madurar y ganar aceptación. Con las medidas adecuadas, esta tecnología podría revolucionar la democracia, marcando el comienzo de una period de mayor transparencia, seguridad y eficiencia. Sin embargo, el éxito radica en superar los obstáculos y conseguir el apoyo de los gobiernos, el público y las partes interesadas.

Pieza investigada y escrita por Reem Hassan

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