Antes de que se introdujeran los cajeros automáticos (ATM) a fines de la década de 1960, acceder a su propio dinero significaba un viaje al banco durante el horario bancario limitado, una cola y una interacción con un cajero del banco. Pero cuando estos increíbles pequeños “cajeros automáticos” comenzaron a aparecer, la forma en que las personas accedían al dinero e interactuaban con él cambió para siempre. Los cajeros automáticos hicieron que la banca fuera más particular, más accesible y emprendieron una trayectoria que democratizaría los servicios financieros.
Si avanzamos rápidamente hasta la década de 2020, el mundo está en la cúspide de otra evolución financiera: la moneda electronic del banco central (CBDC).
Al igual que el escepticismo inicial que rodeaba a los cajeros automáticos, las CBDC han sido recibidas con una mezcla de entusiasmo, cautela y críticas. Pero si la historia ofrece alguna lección, el camino del escepticismo a la adopción podría ser de corta duración.
La llegada de los cajeros automáticos: una era del dinero físico
Los cajeros automáticos revolucionaron la forma en que interactuamos con el dinero y brindaron una comodidad sin precedentes: acceso a efectivo las 24 horas, los 7 días de la semana, menor dependencia del horario bancario y servicio acelerado.
Esta innovación no se refería sólo al acceso se trataba de autonomía y empoderamiento. Puso a los individuos en command, permitiéndoles decidir cuándo y dónde accedían a sus fondos.
Sin embargo, los primeros días de los cajeros automáticos estuvieron plagados de preocupaciones. ¿Las máquinas reemplazarían los empleos bancarios? ¿Se podría confiar en que manejarían las transacciones con precisión? ¿Estaban a salvo del fraude y el robo? Con el tiempo, a medida que la tecnología avanzó y los consumidores se dieron cuenta de los beneficios inherentes, los cajeros automáticos no solo se volvieron universalmente aceptados sino que se convirtieron en parte integral de nuestra vida diaria. Hoy en día, hay 3,2 millones de cajeros automáticos (ATM) en todo el mundo.
Tras la irrupción de los cajeros automáticos, los pagos online y móviles irrumpen en la escena colectiva, pero ¿qué viene después? ¿Cuál es el próximo avance financiero que realmente cambiará la forma en que interactuamos con el dinero? Ingrese la moneda digital del banco central (CBDC).
El auge de las CBDC: una metamorfosis del dinero electronic
Los paralelismos iniciales entre los cajeros automáticos y las CBDC son asombrosos. Así como los cajeros automáticos anunciaron un cambio en las transacciones de dinero físico, las CBDC están preparando el escenario para una period del dinero electronic. Las CBDC son un nuevo tipo de moneda electronic emitida y gobernada por el banco central de un país. CBDC puede aprovechar el poder de blockchain para mejorar la economía, pero a diferencia de las criptomonedas, como Bitcoin, está centralizada y tiene el estatus oficial de moneda de curso lawful en el país de emisión.
Hoy en día, nos encontramos planteándonos preguntas que recuerdan a la period de los cajeros automáticos: ¿Se puede confiar en las CBDC? ¿Qué significaría la adopción world de monedas digitales para los sistemas bancarios tradicionales, la privacidad o incluso las políticas monetarias?
Sin embargo, más allá del escepticismo, las CBDC prometen ventajas transformadoras:
- Inclusión: Millones de personas en todo el mundo siguen sin servicios bancarios. El Banco Mundial nos dice que 1.400 millones de adultos siguen sin servicios bancarios. Las CBDC podrían cerrar esta brecha, ofreciendo una entrada al ecosistema financiero official sin las barreras de la banca tradicional. Además, las CBDC que ofrecen soporte fuera de línea también son relevantes aquí, ya que todavía hay muchos países que carecen de electricidad estable y/o baja penetración de Web.
- Eficiencia: Las transacciones transfronterizas pueden volverse más rápidas y económicas, aliviando muchos puntos débiles de nuestro sistema real. Además, la programabilidad del dinero, las cuentas y las billeteras digitales permitirá nuevos casos de uso automatizados.
- Transparencia y seguridad: Aprovechando la tecnología blockchain, las CBDC prometen transacciones más transparentes y mayor seguridad contra el fraude.
La promesa de las CBDC ya se está convirtiendo en práctica. De hecho, un libro blanco de 2023 del Foro Económico Mundial afirma: “La exploración de la moneda electronic del banco central (CBDC) ha cobrado un impulso significativo, con más de 100 países, que representan más del 95% del producto interno bruto (PIB) mundial, activamente participar en investigación, desarrollo, pilotos o iniciativas CBDC completamente lanzadas. Este aumento exponencial de la exploración pone de decrease el creciente reconocimiento de las CBDC como una herramienta transformadora en el futuro de los pagos digitales”.
Del acceso a la integración
Si bien los cajeros automáticos hicieron que el acceso al dinero fuera conveniente, las CBDC podrían hacerlo integrador. Estamos mirando a un futuro en el que el dinero no es sólo algo que retiramos o depositamos, sino algo que se entrelaza perfectamente con nuestras interacciones digitales diarias. Imagine contratos inteligentes que ejecutan automáticamente los términos al cumplirse o subsidios entregados directamente a las billeteras digitales de quienes los necesitan.
Sin embargo, esto no significa que las CBDC reemplazarán al efectivo o a los cajeros automáticos de inmediato. Al igual que los cajeros automáticos no anunciaron el fin de los cajeros bancarios, sino que redefinieron sus funciones, las CBDC coexistirán con otras formas de dinero, cada una de las cuales cumplirá su propósito en un ecosistema financiero complejo. La diferencia, sin embargo, está toda en el momento. Los cajeros automáticos tardaron décadas en convertirse en un pilar de nuestra experiencia colectiva con el dinero. Las CBDC tardarán una fracción de ese tiempo. Una vez que se ejecuten completamente a escala worldwide, la tasa de adopción será rápida y completa.
Dicho esto, así como los cajeros automáticos se construyeron sobre un conjunto estándar de protocolos tecnológicos y una infraestructura reconocida mundialmente, también lo son las CBDC. Una nueva empresa conjunta llamada Nabatech combina infraestructura de tecnología de contabilidad descentralizada (DLT) y tecnologías de identidad digital para cumplir con los requisitos críticos de CBDC, desde seguridad y privacidad hasta resiliencia e inclusión financiera. Esta iniciativa global está destinada a impulsar el establecimiento y lanzamiento de un marco seguro y escalable para que los bancos centrales ejecuten estrategias digitales que respalden el crecimiento del PIB, junto con políticas fiscales y monetarias en la era electronic.
Desafíos adelante
Las CBDC no están exentas de desafíos. Las cuestiones en torno a la privacidad y el anonimato, el potencial de uso indebido, los desafíos técnicos de la escalabilidad y los riesgos para los sistemas bancarios tradicionales son preocupaciones válidas con las que están lidiando los formuladores de políticas y otras partes interesadas a nivel mundial.
Uno de los desafíos actuales que enfrentan muchos países es la inflación. ¿Cómo pueden las CBDC ayudar a combatir la inflación? En términos generales, cambiar el efectivo físico a CBDC no cambiará el balance. Sin embargo, puede afectar la velocidad del dinero, tal como lo hizo el cajero automático en aquel entonces, pero con esteroides. Según un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI), “debido a que las CBDC son digitales, las transacciones se pueden realizar de forma remota y la billetera digital del destinatario se acredita inmediatamente. Esta rápida rotación de pagos puede generar aumentos estructurales en la velocidad del dinero o hacer que la velocidad del dinero se vuelva inestable”. La inestabilidad puede fomentar la inflación. Por otro lado, un ecosistema súper eficiente y características de programabilidad contendrán la inflación y ayudarán a gestionarla dentro de la política monetaria diseñada por un banco central.
Sin embargo, la trayectoria parece clara. De la misma manera que los cajeros automáticos pasaron de ser una novedad a ser una necesidad, las CBDC están preparadas para convertirse en un elemento básico del sistema financiero. Pero su verdadera promesa reside no sólo en reflejar el pasado sino en dar forma a un futuro en el que el dinero sea más que un medio de intercambio: se convierta en una herramienta para aumentar la equidad, la accesibilidad y el progreso social. En ese sentido, el papel de los bancos comerciales y las principales instituciones financieras en la implementación de CBDC es essential, ya que están en el centro del compromiso entre el banco central y los usuarios finales.
El surgimiento y adopción de CBDC ha pasado de una mera especulación a una realidad concreta. Varios bancos centrales de todo el mundo han dado el salto e integran las CBDC en sus sistemas financieros. El Banco Central Europeo, una entidad importante en las finanzas globales, se propuso lanzar una CBDC dentro de este lapso de diez años a partir de 2023.
Se espera que unas dos docenas de bancos centrales de economías emergentes y avanzadas tengan monedas digitales en circulación para finales de la década, según encontró el Banco de Pagos Internacionales (BPI) en una encuesta publicada a principios de este mes.
Dinero: el panorama más amplio
A menudo, nos aferramos a procesos o enfoques familiares por comodidad, incluso si son anticuados e ineficientes. El temor al cambio y sus costos potenciales puede resultar desalentador. Sin embargo, la historia demuestra consistentemente que aceptar el cambio puede ser beneficioso. Pregúntele a cualquiera que alguna vez haya tenido que hacer cola en un banco para obtener efectivo antes de que aparecieran los cajeros automáticos.
Mientras trazamos el futuro del dinero, no se trata sólo de transacciones se trata de cambiar nuestra relación con el dinero. En una period en la que lidiamos con una desigualdad económica masiva, las CBDC, si se implementan correctamente, pueden ser más que una conveniencia: pueden ser una herramienta para una mayor equidad financiera.
Ahora que nos encontramos en otra encrucijada de la tecnología financiera, vale la pena considerar: ¿Qué tipo de mundo financiero estamos construyendo? Y lo que es más importante, ¿para quién es?