Las empresas chinas están avanzando rápidamente en la adopción de inteligencia artificial (IA) generativa, un salto tecnológico que, según los expertos, podría revolucionar el comercio global y dar a China una ventaja decisiva.

Esta importante ventaja, sumada al dominio de China en las solicitudes de patentes de IA y al fuerte apoyo del gobierno, podría remodelar la dinámica del mercado global y dar a las empresas chinas una ventaja en industrias que van desde el comercio electrónico hasta la manufactura.

A medida que se intensifica la carrera de la IA entre las dos economías más grandes del mundo, las implicaciones para el comercio internacional, la innovación tecnológica y la competitividad económica son profundas, lo que podría tensar las relaciones entre Estados Unidos y China y obligar a una reevaluación de los enfoques regulatorios para el desarrollo de la IA.

“El gobierno de China está invirtiendo enormes recursos en investigación y desarrollo de inteligencia artificial”, dijo a PYMNTS Robert Khachatryan, director ejecutivo de Freight Right Global Logistics. “Por ejemplo, en 2020, dieron a conocer un plan de inversión de 1,4 billones de dólares para inteligencia artificial y otras industrias de alta tecnología durante cinco años”.

Recientemente, la administración Biden introdujo una política que obliga a las agencias federales a evaluar y abordar los riesgos potenciales asociados con los sistemas de inteligencia artificial (IA). Y los líderes europeos dieron la voz de alarma sobre el retraso en la innovación, cuando el director del fondo petrolero de Noruega declaró que las empresas estadounidenses están superando a sus contrapartes europeas en avances tecnológicos, lo que provocó llamados a la autosuficiencia económica de la UE.

El dominio de la IA por parte de China: una tormenta perfecta

Un estudio de la empresa estadounidense de software de inteligencia artificial y análisis SAS y Coleman Parkes Research concluyó que el 83% de los encuestados chinos de diversas industrias utilizan IA generativa, en comparación con apenas el 65% en Estados Unidos y un promedio mundial del 54%. Este avance en la adopción de IA, que abarca sectores que van desde la banca hasta la manufactura, podría tener implicaciones comerciales significativas y potencialmente transformar la dinámica del mercado global y las ventajas competitivas.

La encuesta, en la que participaron 1.600 responsables de la toma de decisiones de 17 países y regiones, abarcó los sectores bancario, de seguros, sanitario, de telecomunicaciones, manufacturero, minorista y energético. Es el último indicio de que China está dando pasos rápidos en materia de tecnología de inteligencia artificial, que ganó atención mundial después de que OpenAI, con sede en Estados Unidos, lanzara ChatGPT a finales de 2022.

El progreso de China va más allá de las tasas de adopción. Un informe reciente de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de las Naciones Unidas reveló que China también lidera la carrera de patentes de IA generativa, al haber presentado más de 38.000 patentes entre 2014 y 2023, en comparación con las 6.276 presentadas por Estados Unidos en el mismo período.

El panorama regulatorio en China ha jugado un papel crucial en su éxito en materia de IA.

“No es sorprendente que China haya adoptado un enfoque de “China primero”, dijo a PYMNTS Nicholas Rioux, director de tecnología de Labviva, una empresa de tecnología de adquisición de inteligencia artificial para ciencias biológicas. “Se están implementando regulaciones para garantizar el dominio del mercado local dentro del mercado chino para las empresas locales. Esto les da a las empresas locales, alineadas con los reguladores, una ventaja injusta sobre los competidores extranjeros y locales menos alineados”.

Las implicaciones del liderazgo de China en materia de inteligencia artificial podrían ser de largo alcance.

“El liderazgo de China en IA podría dar a sus empresas una ventaja significativa en sectores como el comercio electrónico, la manufactura y las finanzas, lo que conduciría a operaciones más eficientes, ahorros de costos y productos innovadores”, dijo Khachatryan.

Algunos observadores dijeron que es difícil exagerar la importancia del dominio de la IA.

“Creo que el hecho de que una nación tenga el control económico de las tecnologías emergentes de inteligencia artificial es equivalente a poseer un motor de combustión interna. Tendrá ese mismo impacto, si no más”, afirmó Rioux.

Esta ventaja tecnológica también podría afectar la dinámica del comercio mundial, lo que podría tensar las relaciones entre China y otros países, en particular Estados Unidos. La competencia podría generar mayores conflictos en torno a la tecnología y la propiedad intelectual.

A pesar de los avances de China, Estados Unidos no se queda de brazos cruzados. En los últimos meses, el gobierno estadounidense ha intensificado sus esfuerzos para frenar la exportación de tecnologías avanzadas de inteligencia artificial a China. Estas medidas tienen como objetivo frenar el progreso de China en el desarrollo de la inteligencia artificial y mantener la ventaja tecnológica de Estados Unidos.

En octubre de 2022, la administración Biden impuso amplios controles a las exportaciones de chips informáticos avanzados, diseñados específicamente para obstaculizar la capacidad de China de desarrollar sistemas de inteligencia artificial robustos. Más recientemente, Estados Unidos ha estado considerando restricciones adicionales a la exportación de software de inteligencia artificial y servicios en la nube a China.

Estas medidas reflejan la creciente preocupación en Washington por los rápidos avances de China en materia de inteligencia artificial y sus posibles consecuencias para la seguridad nacional y la competitividad económica. Sin embargo, como sugieren los resultados de la encuesta y las opiniones de los expertos, aún está por verse si estas medidas serán eficaces para frenar el impulso de China en materia de inteligencia artificial.

¿Cómo responderá Estados Unidos?

Para las empresas y los responsables políticos estadounidenses, lo que está en juego es mucho.

“La mejor respuesta a esto desde la perspectiva estadounidense sería garantizar que cualquier medida regulatoria que se tome contra los facilitadores nacionales de inteligencia artificial se centre en ayudar a esas empresas a obtener ventajas económicas sobre las iniciativas que se originan en países competitivos”, dijo Rioux. “Para tener éxito, necesitamos minimizar la intrusión en las empresas estadounidenses y no imponer agendas políticas y sociales por sobre la regulación orientada al crecimiento”.

Estos avances se producen a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos por frenar los avances tecnológicos de China, lo que pone de relieve la intensa competencia entre las dos mayores economías del mundo en la industria de la IA. Mientras las empresas de todo el mundo se esfuerzan por aprovechar el poder transformador de la IA, la ventaja de China plantea interrogantes sobre la innovación futura, las ganancias de productividad y el dominio del mercado en la economía impulsada por la IA.


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