El Gobierno de Venezuela ha decidido bajar el telón de su criptomoneda Petro (PTR). La iniciativa fue iniciada hace seis años por el presidente Nicolás Maduro para hacer frente a las sanciones estadounidenses. Sin embargo, la criptomoneda será desterrada de Venezuela el lunes 15 de enero.

Venezuela impulsa conversión de petro a bolívar

La decisión de descontinuar Petero se debe al fracaso de la empresa para ganar terreno y su enredo en un escándalo épico. Está previsto que todas las carteras criptográficas alojadas en la Plataforma Patria, la única plataforma de negociación del Petro, se desactiven el lunes. El anuncio en el sitio de la plataforma sugiere que todas las tenencias de Petro se convertirían a bolívares, la moneda neighborhood de Venezuela.

Además, CryptoLand Venezuela, una plataforma privada de comercio de criptomonedas, confirmó el fin de Petro en las redes sociales la semana pasada. Decía: “El petro (PTR) está oficialmente muerto”. El reciente acontecimiento sigue a un escándalo de corrupción que se desarrolló el año pasado.

Expuso irregularidades en la gestión de fondos de operaciones petroleras que involucran criptoactivos. Las consecuencias provocaron la dimisión del Ministro de Petróleo, Tareck El Aissami. Además, numerosos funcionarios fueron detenidos, incluida la alta dirección del regulador de criptomonedas Sunacrip.

Las repercusiones se extendieron más allá del Petro, lo que provocó una ofensiva contra las operaciones mineras de Bitcoin (BTC) en Venezuela. Envió ondas de choque a todo el país, ya que Bitcoin ha servido como una cobertura popular contra la hiperinflación y la devaluación del bolívar.

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¿Por qué el Gobierno venezolano puso fin al PTR?

Lanzado en febrero de 2018 a 60 dólares por unidad, el Petro fue anunciado como una solución financiera respaldada por las vastas reservas de petróleo de Venezuela. Además, la visión del presidente Maduro apuntaba a utilizar Petro para aliviar la tensión económica impuesta por las sanciones estadounidenses. Además, prometió que sería un medio para un nuevo enfoque de la financiación internacional.

Sin embargo, a pesar del ambicioso diseño del proyecto, los ciudadanos enfrentaron desafíos para comprender y utilizar la criptomoneda. De ahí que algunas entidades calificadoras de riesgo lo tildaran de «estafa». Además, los esfuerzos para aumentar su utilidad en 2020 fueron insuficientes. Exigir el uso del Petro para pagos de combustible por parte de aerolíneas que salen de Caracas y para servicios estatales como la obtención de un nuevo pasaporte resultó insuficiente.

Además, la aplicación principal del Petro permaneció restringida a operaciones estatales específicas, incluidos los pagos de impuestos. Mientras tanto, las multas de tráfico podrían emitirse en petro sin un medio viable para liquidarlas en criptomonedas.

Posteriormente, la caída del Petro fue señalada aún más por la directiva del gobierno para que los bancos presentaran sus saldos tanto en bolívares como en petros. En la Plataforma Patria, utilizada principalmente para subsidios gubernamentales, a los usuarios solo se les permitía cambiar Petro por Bolívar a través de un sistema de subasta.

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