El fondo de jubilación más grande de Australia ha dicho que no firmará ningún contrato nuevo con PwC mientras la consultora lidia con las consecuencias de un escándalo fiscal en uno de sus mercados más grandes.
AustralianSuper, que tiene casi 3 millones de miembros y 290.000 millones de dólares australianos (191.000 millones de dólares) en activos bajo gestión, dijo el viernes que congelaría cualquier trabajo nuevo con la firma Major 4 y revisaría un contrato de auditoría a finales de este año.
“AustralianSuper está preocupado por las revelaciones en curso sobre PwC y, como resultado, ha congelado cualquier contrato nuevo con PwC”, dijo un portavoz del fondo. AustralianSuper había expresado esas preocupaciones «al más alto nivel» a PwC la semana pasada, agregó.
PwC ha estado bajo un intenso escrutinio público durante el último mes después de la publicación de correos electrónicos que mostraban que había utilizado información confidencial sobre cambios en las leyes fiscales del gobierno para ganar nuevos negocios.
Suspendió a nueve socios esta semana a la espera del resultado de una investigación en septiembre mientras se movía para aliviar el impacto de un escándalo que ha envuelto sus operaciones australianas e internacionales.
Un número cada vez mayor de empresas en Australia, uno de los mercados más grandes de PwC, está revisando su relación con el consultor tras la violación de la confidencialidad.
AustralianSuper es la última organización en imponer restricciones a PwC tras el escándalo. El Banco de la Reserva de Australia dijo el miércoles que no daría nuevos negocios a la firma hasta que se conozca el resultado de la revisión. Los funcionarios del Tesoro también han dicho que el comportamiento ético de los consultores ahora debería tenerse en cuenta al adquirir nuevos contratos.
AustralianSuper, que es propiedad parcial del Consejo Australiano de Sindicatos, dijo que gastó más de 2 millones de dólares australianos con PwC el año pasado.
La gerencia de PwC comparecerá ante el Senado en Canberra la próxima semana para responder preguntas sobre el escándalo. Se espera que la firma se vea más presionada para divulgar los nombres de los socios involucrados en el uso de la información confidencial y los clientes que se beneficiaron del asesoramiento fiscal.
El gobierno, que ha remitido el asunto a la policía para que considere la posibilidad de emprender acciones penales, ha dicho que corresponde a PwC convencerla de que la revisión interna de la empresa y la renuncia de los socios implicados en el escándalo son reparación suficiente para que vuelva a trabajar con el sector publico